siguenos
Transmisión/Archivo General de Indias

La respiración, la angustia, lo Real

por Antonio Bello Quiroz

 

 

Hay algo profundamente enmascarado en la crítica de la historia que hemos vivido. La ignorancia, la indiferencia, la mirada que se debía, explican tras qué velo sigue todavía oculto el misterio

J. Lacan. (24 de junio de 1964)

 

Encontrarme con Archivo de Indias, producción de 2014 por parte del Colectivo Los Ingrávidos, ocurrió en un momento muy especial. En pleno seminario discutíamos sobre la incidencia de lo Real (este concepto propuesto por el psicoanalista Jacques Lacan, quien, junto con lo simbólico y lo imaginario, nos hace pensar la realidad a partir de Tres Registros), y este trabajo fílmico de poco más de 5 minutos llegó en el momento idóneo. Lo pudimos proyectar a la clase y mi interés fue ver si ellos, los asistentes al seminario, podían sentir la “presencia” de lo Real y la angustia que sin duda cruzan de principio a fin en el film.

Más tarde, y después de ver el trabajo durante varias ocasiones seguidas decidí acudir al Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis para ver qué nos decían de la angustia y las vías de acceso a ella.

El Diccionario nos remite, obviamente, al Seminario X de Jacques Lacan, bajo el título justamente de “La angustia”. Lacan nos habla de la angustia como cuestión de la mancha, lo que irremediablemente remite a la falta. La mancha hace visible lo que no tiene imagen, siendo así que, según enseña este psicoanalista y filósofo francés, la angustia se produce cuando la falta está ausente.

Archivo de Indias, desde el inicio y paso a paso nos deja escuchar lo que le falta a la imagen; subiendo escalón por escalón la imagen va recogiendo el susurro, la “voz”, el sonido, el ruido de lo indecible. El ruido, más que el sonido, evoca a la mancha de lo real. El juego de la luz que entra por los enormes ventanales no hace sino más patente la presencia de lo que falta.

La angustia nos remite al estado de desvalidamiento psíquico del lactante, es una señal de alarma que se produce para advertir que algo está ausente; en el trabajo que nos ocupa, podemos ver que en esa pulcritud y majestuosidad del edificio que alberga al Archivo General de Indias, algo falta. Algo falta y sin embargo no deja de tener presencia audible.

Por otro lado, podemos encontrar que el término angustia nos remite a un tipo de reacción, sin prejuzgar sobre el origen externo o interno de las excitaciones traumatizante. En otras palabras, se trata de una reacción que se produce en el sujeto cuando se encuentra sometido a una situación traumática de la que se desconoce el origen[1]. ¿Qué nos traumatiza al ir recorriendo el edificio? Sus grandes extensiones, su cúpulas, columnas y arcos que en un giro de la cámara producen vértigo. ¿O será el orden geométrico en que se encuentran dispuestos los archivos en las grandes salas? Creo que no, de la angustia salva momentáneamente el busto y las imágenes, el rostro de los conquistadores.

De pronto, lo inasimilable, la imagen que irrumpe y deja sin palabras, la hoguera que nos habla de lo crudo de la conquista, los cuerpos colgados, masacrados; de pronto ante nuestros ojos, en medio de la majestuosidad y el orden, se muestra el horror.

Freud utiliza el término “angustia real” para hablar de la angustia como señal de peligro exterior que constituye para el sujeto una amenaza existente; la imagen que irrumpe se constituye así en algo que vulnera el orden, muestra lo inmundo de la historia, lo que no se deja callar, lo que no puede silenciarse.

Ahora el espectador ya está advertido del horror: en ese marmoleo edificio, en el Archivo General de Indias, habita el horror. Verlo, ponerlo en primer plano hace que el espectador sepa que el horror no está sólo ante sus ojos, sino que él mismo es habitado por él; lo inaudible del sonido, lo que escapa a la significación en el sonido nos lo hace sentir. Lo imaginario de la imagen nos remite a un peligro real; la angustia se revela como una vía de acceso a lo Real.

En 1894, en el conocido como Manuscrito E, Freud se interroga sobre cómo se origina la angustia, misma cuestión de se planteará en 1932 en la 4ª de las Nuevas Lecciones Introductorias al Psicoanálisis. En ambos trabajos destaca el carácter inmotivado del temor que acompaña al estado ansioso. También va a sostener que es la tensión que no se liga psíquicamente la que se convierte en angustia, pero ¿por qué se transforma en angustia? Freud responde que esa sensación, la propia del estado ansioso, corresponde a la acumulación de un estímulo endógeno que es el de la respiración que no admite elaboración psíquica.

En el estupendo trabajo de Los Ingrávidos la imagen constantemente se ve acompañada de ese estímulo endógeno, la respiración que, efectivamente, se muestra como imposible de elaborar psíquicamente.

Lo no elaborable psíquicamente, lo que no puede retornar desde la represión (mecanismo que posibilita la simbolización) se muestra en lo Real. Con la imagen disruptiva y la presencia de la respiración, la angustia se hace actual en el espectador. Ese actual evocaría un Real que, según el paradigma introducido por Lacan de los tres registros, sería lo no simbolizable. La angustia deviene así como vía regia de acceso a lo Real.

La respiración, esa imposibilidad de simbolización, acompañará al espectador hasta el final, donde no puede quedar sino la nada a la que hace referencia lo Real. La nada del plano en negro, pero donde ahí, en medio de esa nada “hay” lo que no cesa de no inscribirse.

 

01.09.14


[1]Podríamos entender por situación traumática al flujo incontrolable de excitaciones, numerosas e intensas.



Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
Comentarios:
comentarios.