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Érase una vez en Hungría

por Viridiana Marín

 

Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera

Lev Tolstói

 

 

La película independiente Érase una vez en Hungría (2013), producida por Arca y DOC Nomads, es la segunda película de Oliver Victoria y la primera para Zimu Zhang. Éste es un documental de observación donde los cineastas no intervienen de ninguna manera en la acción. Trata de la familia del patriarca Itsvan, un utopista que decide vivir con su esposa Reka y sus cinco hijos en las montañas de un lugar llamado Boldogzsher, no cuentan con luz eléctrica, no frecuentan a otras personas por la lejanía con el pueblo y comen de lo que siembran y cosechan; todos los utensilios de la casa están hechos de las manos de los integrantes de la familia, desde los platos hasta las camas de paja y la casa de estructura de madera, y cubierta con lonas, telas y diversos materiales. Los quehaceres de la casa son un ritual donde todos cumplen un papel de trabajo.

Itsvan es un idealista que decide dejar las ataduras económicas de la sociedad contemporánea, intenta vivir de la forma que cree correcta, educando a sus hijos con su esposa, formándolos con su concepción budista de la vida, del desprendimiento de las cosas materiales; busca hacer de su núcleo familiar un microcosmos donde todo lo que se genera en él, pueda reflejarse en un macrocosmos y se reproduzca en sus hijos y en los hijos de sus hijos a la vez: para Itsvan lo más importante es el amor y la convivencia con la naturaleza.

Los enternecedores niños parecen disfrutar de su forma de vida, para ellos todo es un juego, las actividades familiares, la escuela donde su madre es la maestra, la hora del baño, la comida. Sin embargo, la hija mayor manifiesta signos de frustración pues ella ya ha conocido otra forma de vida, ha ido a escuelas, se ha desplazado en coches, ha comido productos de restaurantes y ahora que transita por la pubertad su principal refugio de las montañas son los libros. En la madre se nota un conflicto por la forma ermitaña de vida, a través de ciertos comentarios ella manifiesta su deseo de vivir más cerca del pueblo. El micro edén construido por el padre se va tambaleando, la pareja sutilmente muestra diferencias en su concepción de de la forma de vida y su futuro.

La fotografía la película también se centra en los paisajes verdes del lugar donde viven y en los animales que los rodean. El documental de Victoria y Zhang le habla al espectador sobre otros sistemas de micro economía, formas de educación alternas y sobre la importancia de la educación ecológica y biológica en los niños, habla de las utopías y su imposibilidad de construirlas, pero lo hace con mucho optimismo.

 

08.09.15

Viridiana Marín


Socióloga, autodidacta del estudio del arte, investigadora concentrada en el campo cinematográfico, particularmente del cine mexicano, sus géneros, autores, estilos, estéticas y su devenir contemporáneo. Fan de Joaquín Pardavé.....ver perfil
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