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Ni muy muy, ni tan tan: Pastorela

por Eric Ortiz


Pastorela (Portes, 2011), la cinta que este año se llevó los premios Ariel más importantes (a mejor película y dirección, entre otros), llega finalmente a DVD y Blu-Ray, después de más de un año de su exhibición en cines y de siete meses de su lanzamiento en el mercado casero de Estados Unidos. La antesala de la época navideña es, obviamente, el momento perfecto para volver a comercializar una película sobre las tradiciones que giran en torno al nacimiento de Jesucristo. También es obvio que Pastorela seguirá teniendo éxito pero, ¿realmente vale la pena?

En primera instancia, Emilio Portes (director y guionista) está interesado por mostrar esa gran pasión que muchos mexicanos tienen por las celebraciones religiosas de arraigada tradición. Basta pensar en lo que sucede cada Semana Santa en la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México. Las personas que actúan en la representación de la crucifixión pasan por un largo proceso de casting y de entrenamiento físico; el papel de Jesucristo, por ejemplo, requiere que por un año se ejercite el cuerpo y se rece diariamente para una “preparación física y espiritualâ€.

La película tiene como protagonista a Jesús (interpretado por Joaquín Cosio), quien cada Navidad se prepara con gran entusiasmo para volver a interpretar el personaje del diablo en la tradicional pastorela del Barrio San Miguel de Nenepilco; el cual cuenta con una población de, ni más ni menos, ¡6,666 habitantes! Al hacer de este personaje un agente de la policía judicial, Emilio Portes logra retratar esa pasión del mexicano de una manera cómica; sí, Jesús podrá ser uno de esos judiciales “duros de matarâ€, que usan trajes y lentes de sol todo el tiempo, pero cuando llegan las pastorelas, nadie muestra mayor dedicación y sensibilidad que él.

Como una comedia pura, en donde un judicial sufre de gran manera porque esta vez no podrá ser el diablo en la pastorela, la película es bastante competente aunque se queda lejos de lo brillante. Es, de hecho, mejor a lo que se podría esperar si consideramos que su reparto incluye a actores con una trayectoria que no provoca respeto; en específico Eduardo España y su currículum plagado de programas de Televisa como Otro Rollo. Lo que tenemos aquí es un humor que por momentos nos hace recordar otras cintas mexicanas como La Ley de Herodes (Luis Estrada, 1999), principalmente por el manejo del lenguaje hablado.

El principal problema de Pastorela se origina porque Portes no supo unir todos los temas y elementos en los que estaba interesado y no se plantó un objetivo principal. La Ley de Herodes es una brillante sátira política que muestra la esencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El objetivo de su director Luis Estrada era claro y a partir de esto surgieron otros elementos (humorísticos, sexuales, etcétera). Pastorela tiene, por ejemplo, elementos de una sátira a la iglesia; un padre que mantiene relaciones sexuales con una monja y la indicación clásica del gran negocio que provoca la religión. Ciertamente, también podemos encontrar elementos de una película de horror, en específico de una sobre un exorcismo. ¿Cuántas películas sobre esto han salido últimamente? Demasiadas: The Last Exorcism (Daniel Stamm, 2010), The Rite (Mikael HÃ¥fström, 2011), The Possession (Ole Bornedal, 2012), por mencionar algunas. Es un tema gastado, sin duda, aunque lo que Pastorela intentó fue parodiar al sub-genero.

Y sí, todo se quedó en un intento ya que, conforme la película avanza, los elementos mencionados son prácticamente olvidados. El tema del exorcismo se usa para la introducción de otro de los personajes principales (el padre Mundo, interpretado por Carlos Cobos), pero después se pierde por completo en una mezcla de ruido y cosas sobrenaturales con poco sentido.

El colmo de todo llega cuando se pretende crear una cinta de acción con tintes épicos y humor negro. Todos aquellos que gustan de criticar las producciones de Hollywood con gran presupuesto y poco cerebro sepan que en nuestro país se hace básicamente lo mismo. Giros en la trama que a pesar de saber que son parte de una fantasía no son creíbles; una persecución en pleno Zócalo capitalino; y un acto musical para terminar. Todo es parte de Pastorela pero nada la hace destacar.

Queda claro que existen mejores películas con humor negro para esta Navidad. Bad Santa (2003), dirigida por Terry Zwigoff (Crumb) y producida por los hermanos Coen (The Big Lebowski), parte de una premisa un tanto similar a la de Pastorela, con un hombre que cada Navidad se viste de Santa Claus, y es un claro ejemplo de humor negro bien logrado y que sí vale la pena.


04.12.12



Eric Ortiz


@ElMachoBionico Movie geek. Desde El Macho Biónico hasta Fellini, pasando por Troma, Scorsese y Clint Eastwood. Estudié en la UNAM y también escribo para Twitch, Butaca Ancha y Radio Tónica.....ver perfil
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