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La realidad en Mekas, antropólogo de la imagen


por Verónica Ramírez

Jonas Mekas en FICUNAM


Sentada en la quinta fila del auditorio del MUAC. Frente a mí dos asientos iluminados presentían un cúmulo de sensaciones, por un lado la emoción irracional de escuchar un poco del mar de ideas, inspiración que otorga la presencia de un hombre, y por el otro la candidez de encontrarme en un auditorio repleto de personas, con las que compartía el mismo motivo, la espera. Consulté la medida certera de cámaras fotográficas ansiosas de robar un trozo a lo que en breve sería la ola de ideas más fascinantes de aquella tarde. Las cabezas de los presentes enmarcaban a contra luz a Mekas. El rostro bajo una boina, vestido como cualquier artista que se encuentra en su taller, obrero de la creación fílmico-lírica.

Estas son algunas palabras que recogí. Ideas convergentes:

Menos perfección, más libertad. La respuesta abrazó el ritmo atrevido, rompedor de convicciones. El amor ciego por el cine persigue la totalidad perceptiva con la relación contemplativa ejecutante y fugas. ¿De dónde surge? De la necesidad de compartir los momentos universales, la humanidad. La conexión es parecida a los momentos de felicidad, alegría. Hacer sólo lo absolutamente necesario: la vida como una poesía.

Términos primitivos cinematográficos surgen. ¿Independiente? Los artistas no experimentan porque detrás de ellos ya hay huellas de que caminaron por este mismo sitio. Las formas distintas de cine, el cine es cine, sin cuadrar en medidas como largometraje, o cortometraje, el tema dicta la forma, la marca, el ritmo a la par del tiempo justo. Pretender que las herramientas cambian la realidad es absurdo, ya que la realidad ya cambió primero, en nosotros mismos.

Y qué hacer cuando se presenta ese sentimiento de fracaso, de insatisfacción después de haber filmado. ¿Dónde queda aquello que sentí antes de encender la cámara?, ¿cómo explicarlo, si su naturaleza es auténtica y se experimenta de manera diferente en cada persona? Recurramos entonces a la integración de ideas, comunicación, la influencia de contar con la identificación amistosa de pensamiento, que reafirma y respira con el universo.

Respecto a la edición, el cine es sinónimo de espera, el video es igual a inmediatez. El presente estalla y argumenta que todos somos creadores potenciales de imagen en movimiento, cámara-cine-lápiz.

Pero ¿cómo reconocer, cómo poder distinguir el buen cine del que no lo es? Y además, cómo hacerlo si la potencialidad creativa se enfrenta a un mercado, cada vez más saturado.

Hoy quiero detenerme y mirar a Jonas Mekas.


28.02.13

Veronica Ramirez


@vehuitz1
Realizadora, guionista lunar en el arte y oficio del movimiento.....ver perfil
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