por Yixiong Kang

El nuevo largometraje del realizador mexicano, Alfonso Cuarón, abrió las actividades de la pasada Muestra Internacional de Cine de Venecia 2013.

Escoger Gravedad (Cuarón, 2013) como la película de apertura de este año es definitivamente de las pocas decisiones correctas hechas por el festival. En lo que va del año, ésta es la mejor cinta abridora de entre el Top 3 de los mejores festivales europeos; le siguen The Grandmaster de Wong Kar-Wai en la Berlinale, que presentó los impresionantes movimientos de las artes marciales pero con carencias en la continuidad y la narrativa, y El Gran Gatsby de Baz Luhrmann en Cannes, que sólo es ropa brillante y la decoración del plató, nada más.

Después de ver Gravity, la mayoría de los periodistas y críticos llegaron a la conclusión de que este puede ser la mejor película del festival en este año, incluso mejor que aquellas que estaban en competencia. Entre las razones por las cuales la película de Cuarón no entró a competencia, algunos mencionan que Venecia quiere ser persistente en la distribución del cine de arte y este filme seguramente es demasiado entretenimiento para los venecianos. Finalmente resultó que las mejores películas fueron las pertenecientes a la sección Venice Classics, situación algo embarazosa tanto para un festival con larga trayectoria, como para el área de cine artístico.

Alfonso Cuarón es considerado como el rey del long shot en el Hollywood moderno. Él y su colaborador de cabecera, Emmanuel Lubezki, crearon un plano de 13 minutos al inicio de la película, el cual no debería sorprendernos demasiado desde que hicieron juntos aquellos bellísimos cuadros en Children of Men (2006). Si bien se ha dado muchísima crítica acerca del guión, Cuarón construyó un mundo realista del espacio exterior, trabajando, esta vez, con su hijo Jonás, quien lo llena de una emoción surrealista. Los clímax que se van entregando ininterrumpidamente, van apareciendo de manera periódica durante los 90 minutos del filme, como cualquier película comercial de Hollywood, y la historia presenta una fuerte y valiente personalidad, de esa que les encanta, profundamente, a los miembros de la Academia, tanto que le podemos prever múltiples nominaciones a los premios Óscar del próximo año.

Para crear planos reales del espacio exterior, Cuarón y su equipo han realizado un gran esfuerzo en la modificación de las tecnologías de rodaje. Además de los cables usados para simular la falta de gravedad, los actores fueron obligados a participar en entrenamientos especiales de caminar en el espacio. Mientras la cámara siguió filmando sin parar la actividad de los actores y las máquinas, que iban circulando, los técnicos intentaban colocar lámparas de Led alrededor del aparato, de manera que no hubiera ninguna sombra rodeando los objetos a cuadro.

Como cualquier gran película de ciencia ficción, Gravedad mantiene satisfactoriamente el suspenso y la tensión para la atracción constante de la audiencia. Una buena recepción para esta película hará bastante feliz a Warner Bros, ya que podrían estar de mal humor desde que se polarizaron los comentarios acerca de The Great Gatsby, y podrían tener un poco de confianza para la temporada de premios del próximo año.

13.09.13