En esta cobertura especial sobre la relación entre José Revueltas y el cine llegamos al infaltable encuentro con puntos cardinales del tema que nos atañe, y abrimos plaza con el maestro José Agustín, encargado, pocos meses antes de la muerte del escritor militante, de traducir para el cine de Cazals su última gran obra, El apando (Cazals, 1975), un continuum de misticismo político dentro de Lecumberri, que se transformó en un filme de denuncia sangrienta; un documento vibrante sobre el encierro metafórico, que la taquilla transformó en una referencia cáustica de la década echeverrista.

La grabación contiene un diálogo telefónico de Elías Razo Hidalgo y José Agustín, tiene fallas de origen y es obra de un gran esfuerzo realizado en los estudios nómadas del doctor Sergio Valdez, ingeniero de audio colaborador de esta revista.

La rúbrica de entrada y salida está conformada por el fragmento de una conferencia que Revueltas dictó casi al final de su vida, y es parte del primer documental (de Julio Pliego) que se hacía sobre él. La ceremoniosa musiquita es una pizca de la pieza titulada "José Revueltas" de Sala de retratos de Carlos Jiménez Mabarak, en versión de Fernando Lozano y la Filarmónica de la Ciudad de México.