por Amhed Sandoval
A partir del primer minuto de este 7 de agosto estará disponible la primera producción original hecha en español en la plataforma internacional de video on demand (VOD) más popular del mundo: Netflix. Más de 65 millones de usuarios en todo el mundo estarán en posibilidades de descargar Club de Cuervos, proyecto pionero concebido en dicha plataforma que aborda el mundo administrativo del futbol.
Este proyecto es producido por Leonardo Zimbrón y Gary Alazraki, productores de la muy taquillera Nosotros los Nobles (Alazraki, 2013). Seguramente, principal motivo por el cual Netflix confió en ellos para este primer proyecto en lengua española, aunque no con el presupuesto de House of cards (vv.aa., 2013-vigente) por supuesto.
Gary Alazraki, quien también dirige toda la primera temporada que consta de 13 capítulos, comentó tajantemente “No me importa el futbol”. ¿Entonces por qué contar una historia sobre los directivos de un equipo de futbol? Explica que el considerado deporte más visto y jugado del mundo, que incluso en algunos lugares es prácticamente una religión, podría traducirse en un tema con un público cautivo. La médula de la serie Club de Cuervos, no obstante, es el poder y la ambición, porque el futbol mueve mucho dinero y con él se genera mucha corrupción.
“Cuervos F.C.”, explica el otro productor, Leonardo Zimbrón, es una mezcla de equipos mexicanos como Pachuca, León, Puebla, Morelia, que de hecho no es tan bueno, pero mueve a una ciudad en el norte de México que tampoco existe: Nuevo Toledo, una distopía nada alejada de la realidad.
En lo que concierne a los papeles principales de la serie, Luis Gerardo Méndez (el eterno Xavi Noble) encarna a Chava Iglesias, sucesor de presidente (su padre recién fallecido) de Cuervos. Comentó que tampoco le interesa el futbol y que, después de preguntarle a Alazraki si debería investigar para desarrollar su personaje, el director le dijo que entre menos supiera mejor. Así que la premisa de Méndez para desarrollar su personaje fue “¿qué pasaría si el poder llegara a la manos equivocadas?” Pues él no tiene la menor idea de cómo ejercer sus nuevas responsabilidades, sólo sabe que las quiere.
Y justamente eso es lo que puede lograr hacer universal a Club de Cuervos, puesto que la lucha por el poder es global, no sólo de México o de los dueños de equipos deportivos. Otros temas que toca, vuelan en torno al mismo poder: el machismo se trasluce a través de Isabel Iglesias (Mariana Treviño, Una última y nos vamos, Santillán-López, 2015), hermana de Chava que tiene todo para ser presidente del club, pero su condición de mujer se lo impide.
La actriz peruana-colombiana Stephanie Cayo (venida de la televisión colombiana) da vida a Mary Luz Solari, novia del fallecido propietario del club, y también habla sesgadamente sobre su papel: “Las mujeres tienen que luchar mucho por alcanzar lo que ya merecen, e incluso para reclamarlo tienen que hacer cosas de las cuales no se sienten orgullosas”.
En cuanto a la producción, la temporada se hizo rápidamente en dos bloques, escribiendo los guiones a la par, lo que ocasiona, por lo menos en el primer capítulo, que muchos planos con poca dinámica se atropellen. No obstante, el ambiente de comedia negra es divertido y va enmascarando esas cosas, a pesar de escribirse sobre la marcha. Se realizó íntegramente en México, principalmente en la capital del país, con locaciones del Estado de México y el Estadio Hidalgo del Pachuca. Ahora habrá que esperar a la reacción mundial ya desde este viernes.
04.08.15