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Julio García Espinosa, siempre su alegría

 

El cine como realidad resulta casi siempre ausente. Esta realidad es invencible porque escapa a la actitud crítica del espectador. Es necesario descubrirle al espectador toda la realidad secreta del cine.

García Espinosa

 

por Elías Razo Hidalgo

 

Julio García Espinosa (1926-2016) fue un hacedor cinematográfico que recreó amablemente los burocráticos aspectos de la Revolución cubana, a la que retrató con un humor autocrítico digno de un ambiente tropical que nos hacía bailar y reír para desenmascarar el frío sentir del dogmatismo de los políticos del sistema socialista de la Isla. Para conocer algo más de este cineasta, recurrimos al conocimiento íntimo que de él tiene Patricia Coronado Nóbregas, la siempre inquieta productora que se forjó en los duros momentos del Movimiento Estudiantil del 68 y posteriormente, con un grupo de jóvenes (estamos hablando de 1970), se haría promotora y animadora del Cine Latinoamericano a la que debemos la proyección de lo que el ICAIC  (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica) mandaba a México, como muestra de lo que se estaba construyendo en cinematografía al triunfo de la Revolución en Cuba.

 

¿Patricia, cuándo y cómo conociste a Julio García Espinosa?

Por allá en 1971, lo tengo muy presente porque fue  en un encuentro de cineastas latinoamericanos, en donde se dieron cita también Ruy Guerra, Tomás Gutiérrez Alea, Titón, Miguel Littín, Fernando Pino Solanas, encuentro que convocó Manuel González Casanova en el Teatro Carlos Lazo, allá por Constituyentes. Ahí, además de conocer a todos estos cineastas, y por supuesto a Julio, también descubrí el mundo del cine latinoamericano. 

 

¿Qué sabías de cine cubano cuando encontraste a Julio García?

La verdad lo descubrí justo en ese momento y me volví fan (¡cabrón!, ponle fanática que es más formal el término, ¿no?), a eso se suman mis raíces cubanas y ver La muerte de un burócrata (1966) de Gutiérrez Alea; Las aventuras de Juan Quín Quín (1967) de Julio; Los fusiles (1964) de Ruy Guerra; El Chacal de Nahueltoro (1969) de Miguel Littín, ¡y ya estamos hablando de 1970! Qué privilegio, la verdad. Y desde ese momento me volví, ¡mejor sí, ponle así!, fan del cine cubano y de su revolución.

 

¿Qué cinta de Julio te llena más y por qué?

Sin duda Cuba baila (1961). Me parece un bello retrato de ese momento en ese país. Súmale el ingrediente de que fue producida por Manuel Barbachano Ponce (nuestro productor yucateco), muy apoyador siempre de ese tipo de cine en la isla; pero también me gusta mucho Reyna y Rey (1994), de la que viví el rodaje y todo el proceso, su posterior estreno por muchos países. Otra es Las aventuras de Juan Quín Quín, con mucha influencia del cine italiano, pues, como sabes, Julio estudió con García Márquez y Titón en el Centro Experimental de Roma. Esas son mis favoritas, aunque participé también en La inútil muerte de mi socio Manolo (1989), y pude ver El plano (1993) que hizo ya con técnica digital y muy experimental para esos momentos, por allá de principios de los noventa, aproximadamente.

 


Julio García Espinosa, Patricia Coronado, Lola Calviño y Elías Razo

¿Cómo logras amalgamar el encuentro profesional hasta convertirlo en una persona muy querida e íntima?

Fue cuando fui a Cuba a reencontrarme con mi familia y claro con el ICAIC: conocí a Lola Calviño en México, todavía no estaba casada con Julio, y ella venía como asistente de producción para un documental sobre Wilfredo Lam y nos hicimos amigas. Luego Lola y Julio se casan, y desde 1978 somos muy amigos, cómplices, compañeros de vida, caminantes de viajes. ¿Qué te digo? Son mis hermanos de vida, verdaderos carnales, decimos en México. Tantos viajes juntos, vivieron en mi casa, como yo en la suya. Los viajes que hicimos juntos no se me olvidarán jamás…

 

¿Qué te deja su cine?

La lucha del ser humano por ser y pertenecer.


¿Qué se agrega teóricamente al cine latinoamericano y al llamado Tercer Mundo con su concepción de Cine imperfecto?

Sus libros son muy importantes, han sido mi guía de vida y siempre estarán conmigo. Julio fue un gran teórico-práctico del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. La influencia que tienen muchas cinematografías de América Latina, sin su lucha y la unión de todos, no existiría. Sin ese cine muchos de nosotros… Es decir, muchas películas tienen su influencia, inclusive mexicanas. Lo que hace Paul Leduc es un ejemplo de ello, por solo mencionar a un mexicano.

 

¿Qué era el cine cubano antes de la Revolución y cuál es el cine a partir del ICAIC? ¿En dónde participa como constructor Julio García Espinosa?

El cine en Cuba prácticamente no existía antes de la Revolución. A partir de la fundación del ICAIC se convierte en eje de la enorme producción y promoción de un cine cubano, e inclusive ahora el llamado Nuevo Cine, hecho por jóvenes tiene mucha influencia de Julio, es incuestionable.

 

¿Cómo impacta la distribución de cine cubano en México y en dónde se proyectaba?

Yo y José Domingo Carrillo fuimos los primeros que en ese momento, en los 1970, distribuimos cine cubano. Se veía mucho en escuelas, universidades y lo llevábamos hasta la provincia. Era parte de ser de izquierda, así lo entendíamos y así lo hicimos. Ese cine nos enseñó a muchos a pensar en imágenes y contar nuestras historias. Julio decía siempre que el cine es el rostro de un país y que sin cine no había rostro, cuánta verdad encerrada en este concepto.

Qué más te digo, podría pasar horas y horas hablando de Julio, no sabes cómo me duele su partida. En diciembre estuve con él, ya no me reconoció, pero ahí estuve para despedirme de él…

Este 5 de septiembre, que cumpliría 90 años, estaré con Lola y Mecha, Mercedes Barcha, la viuda de Gabo, para hacerle un homenaje en el ICAIC con un libro que está preparando Lola de toda su obra y un documental que está haciendo Manolo Herrera, que fue uno de sus mejores discípulos, así lo festejaremos.

Queda pensativa, suspira fuerte, me mira muy fija a los ojos, con sus manos aprieta las mías y dice:

Siento que se lo llevó Gabo. Él cumplió dos años de haber partido, que tal las cosas de la vida…

 

Relajada me despide con su típico “¡Cabrón, sigue investigando más sobre Julio y cine cubano! Pregúntale a Luis Kelly sobre esto, él sabe algo al respecto. Espero haber cumplido lo mejor, estoy con mucho dolor”.

 

19.04.16

Elías Razo Hidalgo


Periodista de alma que se quedó sin periódico. Atlista aunque gane su equipo. Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras desde hace ya 35 años, hoy se divierte en el inframundo de los infomerciales. Miembro emérito del cineclub "José Revueltas" de Ciencias Políticas y Sociales, hoy paga tributo al escritor al....ver perfil
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