Por fin parece materializarse la noticia que el más conocido director húngaro de culto dio el año pasado en Cineteca Nacional. Finalmente se anuncia de manera oficial la apertura de un posgrado cinematográfico creado por el aclamado realizador Bela Tarr –director de filmes como Satántangó (1994) y Las Armonías de Werckmeister (2000)– en Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina.

El curso que tendrá un nivel de doctorado, llamado The Film Factory, será acogido en el Colegio de Ciencia y Tecnología de Sarajevo y pretende tener un programa de tres años, el cual culminará con la producción de los largometrajes de los estudiantes.

Bela Tarr, quien desarrolla actualmente este proyecto, anunció el año pasado su retiro del mundo del cine con el estreno de su último largometraje El Caballo de Turín (2011), tras esto comentó a la prensa que la idea de crear una escuela de cine llegó al terminar su más reciente película, momento que vino con una serie de conferencias y varias masterclass alrededor del mundo. El realizador apuntó también que entendía a una escuela de cine como un laboratorio donde todos trabajan y crean juntos. “Al igual que la Bauhaus en la arquitectura: algo intermedio entre la educación y un movimiento artístico, con el espíritu que debe mantener toda escuela y que está basado en la libertad” –señaló.

El Film Factory tendrá a la cabeza a Tarr, obviamente, pero también contará con equipo de profesores –de tiempo completo, por cierto– de primer nivel: el director islandés Fridrik Tor Fridriksson, los norteamericanos Jim Jarmusch y Gus Van Sant, el mexicano Carlos Reygadas, el finlandés Aki Kaurismäki, el egipcio Atom Egoyan, el tailandés Apichatpong Weerasethakul, el cinefotógrafo alemán Fred Kelemen, y la curadora del departamento de cine del MOMA Jytte Jensen, entre otros.

El mencionado programa de tres años de duración tendrá lugar para 16 alumnos y la convocatoria, para poder ingresar al posgrado –que costará 19mil dólares por año–, estará abierta desde el 1 de octubre hasta el 21 del mismo mes.

Preocupado por la avasalladora cantidad de imágenes que se crean día con día, y con la pérdida de la riqueza del lenguaje que esto podría suponer, Bela Tarr comenta: “nuestra aspiración es formar realizadores maduros que piensen de manera responsable, con un espíritu humanista, artistas que tengan un punto de vista personal, con una forma de expresarse única y que usen sus capacidades creativas en defensa de la dignidad del hombre”.

Los involucrados en éste ambicioso proyecto, que comenzará su primer semestre en el próximo mes de febrero, mencionan que Sarajevo ofrece el lugar correcto para el programa, ya que es una ciudad multicultural, joven y vibrante.

28.09.12