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Superposición al recinto de culto

En busca de asimilar el nuevo espacio que es la Cineteca Nacional del Siglo XXI, este estudiante de arquitectura nos brinda su opinión sobre lo que va de la obra, cuestionando su pertinencia y tratando de cobijar esta nueva tendencia orgánica y aérea con la que se corona la remodelación, que dejó pendiente, hasta el final, la vieja estructura, en donde, sabemos, está colaborando el hijo del arquitecto original, Manuel Rocha.


por Daniel Aguado


La confluencia de historias, pensamientos e imágenes en movimiento, proyectadas a 24 cuadros por segundo en un formato tradicional de 35 y 16 mm en una proporción media de 16:9 fueron por mucho tiempo las reglas adoptadas para la exhibición de un cine específico, el cual desde 1984 comenzó su historia en el número 389 de avenida México-Coyoacán, bajo el nombre de Cineteca Nacional.

Este espacio no siempre ha tenido su actual ubicación en esta confluida esquina del pueblo de Xoco. Originalmente se inauguró la Cineteca Nacional en un foro de los Estudios Churubusco, adaptado para albergar dos salas cinematográficas (Salón Rojo y la Sala Fernando de Fuentes), una biblioteca y varias bóvedas para contener un catálogo inicial de 2 mil 500 películas. Esa fue la Cineteca Nacional original, a cargo de la dirección de cinematografía, una dependencia de la Secretaría de Gobernación, bajo el control del actor Rodolfo Echeverría, que la tarde del 24 de marzo de 1982 un incendio consumió, tanto las instalaciones como los archivos fílmicos resguardados en sus bóvedas.



Dos años después, las nuevas instalaciones a cargo del arquitecto Manuel Rocha Díaz fueron inauguradas el 27 de enero, y así la Plaza de los Compositores que estaba ahí, en la avenida México-Coyoacán, se convirtió en la nueva Cineteca Nacional, dotada de cuatro salas de exhibición, con capacidad para 550 espectadores cada una.

Durante 28 años ahí se desarrolló la cultura cinematográfica mexicana y la exhibición de lo más representativo del cine internacional. A pesar de sólo contar con cuatro salas de cine de tamaño adecuado, la conjunción de éstas en torno a un hexágono alargado como patio central, le dio vida al segundo hogar de los cinéfilos que asistían sabiendo que se rodeaban de un ambiente propicio para su manía: el café, la librería, la tienda de juguetes, todo hablaba y respiraba del cine, a través de sus acabados simples con estilos brutalistas (el martelinado de los muros de concreto en tonos obscuros; el estilo de las salas, mezcla de teatro y cine agigantado).

Conforme el tiempo pasó, la Cineteca fue siendo cada vez más visitada, y sus muestras de cine se fueron consolidando, hasta el punto en el que se convertiría en uno de los lugares más concurridos en toda América Latina para presenciar películas de altos estándares internacionales. Se le fueron haciendo algunas remodelaciones y mejoras, pero básicamente seguía siendo la misma. Finalmente, según su directora Paula Astorga, llegó un momento en el que las pequeñas mejoras dejaron de ser suficientes, además de que las bóvedas fílmicas estaban llenas al 90%, por lo cual la Cineteca tenía que comenzar a rechazar el almacenamiento de ciertos materiales.



Astorga contó a El Financiero (25.07.11) la situación que se vivía: “A la gente le gusta mucho, los usuarios lo tienen bien asimilado, es un lugar vivo [… ], pero empecé la reflexión en la época de lluvias. En agosto hay momentos en el que llega a haber de mil 500 a dos mil personas en tránsito entre una función y otra. Y observando a tanta gente que se sienta en el suelo a esperar [fui consciente de la falta de nuevos espacios], porque cuando llueve ni siquiera el suelo es su amigo [… ]. Luego, en una reunión con las autoridades de protección civil empecé a ver los planos desde arriba y me di cuenta que para la exhibición se usaba un 30% de los terrenos, otro 15% para las bóvedas y el 60% restante era un gran estacionamiento. ¿Cómo era posible que la Cineteca Nacional de México sea un gran estacionamiento en la puerta del siglo XXI? ¿Por qué no tener [… ] un área verde, una infraestructura pública más importante? ¿Por qué no, si tengo tantos estudiantes, abrir la biblioteca los sábados, por qué no ampliarla, por qué no darle internet?

Fue así como se le asignó al despacho de Rojkindarquitectos el proyecto para la Nueva Cineteca del Siglo XXI, que como punto primordial tuvieron el aprovechamiento del área de estacionamiento desperdiciada, para lograr nuevos espacios en los que confluyeran las personas de un lado a otro, además de cuatro nuevas salas de cine, un museo, una pantalla de proyección al aire libre, una videoteca, un estacionamiento de 622 autos, todo esto unido por un techo que une a la nueva sección con la anterior, y un piso continuo que a travesará toda la Cineteca, conformando así una plaza central.

La idea de todo esto, según Michel Rodjkin, arquitecto encargado del proyecto, es crear una nueva forma de vivir la Cineteca Nacional, en donde todo pueda ser mas permeable y transitable, como reflejo de la vida contemporánea, más rápida y con más maneras de ser recorrida.


Todo esto pudo ser “parcialmente†experimentado el pasado 28 de noviembre, día oficial de la reinauguración del recinto, debido a que sólo la nueva sección abrió sus puertas de nuevo a la Ciudad de México, permitiendo cuestionarnos sobre qué tanto de todas las premisas y halagos para la nueva cara de la cinefilia nacional cumplieron las expectativas de los parroquianos. Perfecta no lo es, y como estudiante de arquitectura tampoco esperaba que lo fuera.

Ya tenía muchas dudas respecto a cuánto se intentaba respetar la antigua atmósfera de la Cineteca Nacional a cargo de Rocha, sus acabados brutalistas y ásperos en dos tonos (azul marino y gris), su patio sobrio, enmarcando un cubo monocromático entroncado en el suelo, y dos árboles frondosos a los extremos, pocos elementos pero suficientes. Ya que se encargó el proyecto a un arquitecto joven e influyente con diseños vanguardistas, que maneja nuevos materiales y echó mano a diseño de celosías y fachadas, en medio de una estética un tanto “espacial†con un techo que pretende experimentar nuevas sensaciones con sus vanos, por entre los cuales atraviesa la luz, así como su nuevo diseño de pavimento y suelo que inundará todos los espacios.

Fui a la inauguración y me percaté de que es algo totalmente nuevo. Efectivamente se perdió un poco esta atmósfera antigua, y aunque todavía sigue una parte en obra personalmente no sentí esta “unión†que se esperaba tener a partir del nuevo techo que abraza las dos partes. Por otro lado, creo que es muy notable el aprovechamiento del estacionamiento con las nuevas áreas verdes y el foro al aire libre, muy disfrutable.



Se trata totalmente de una nueva atmósfera, que cumple con el principio que tenían respecto a la permeabilidad del proyecto, y no soy muy afecto a la estética que carga Rodjkin. Las nuevas salas están muy bien logradas y son bastante cómodas, aunque a ratos se han mostrado insuficientes frente a la demanda. La isóptica está muy bien resuelta, no se sienten nada apretadas ni sobradas en cuanto al espacio de la sala. Las rampas que permiten la circulación vertical hacia el nivel superior me parece que generarán buenas vistas a la plaza central, una vez terminado el proyecto.

Pero no puedo dejar de un lado la cuestión de realzar primero las obras del nuevo despacho de arquitectos, antes que el antiguo complejo. Entiendo bien que no fue la prioridad para Rodjkingarchitectos darle su lugar a lo ya establecido y luego hacer su intervención, además de que plantar en un lugar como Coyoacán una estética tan diferente a la anterior, tan poco adaptada al contexto, se trata de una decisión muy importante que confronta al nuevo público que llega a visitar el espacio por ser el nuevo lugar de moda de la Ciudad, con los habituales que comienzan a ocupar de nuevo sus butacas.


02.01.13

Daniel Aguado


Arquitecto en preparación, cinéfilo consagrado y corresponsal de guerra para F.I.L.M.E.....ver perfil
Comentarios:
19.03.13
javier dice:
Estoy de acuerdo con Alex. Además las entradas cubiertas de plastico ambientación bolsas de basura serán muy avant garde pero no me gusta. El día que llegué mnutos tarde por subir tanta rampa en estacionamiento y que no fueran suficientes los dos elevadores la iluminación de pasillos era pésima, hasta en eso olvidaron pensar.
comentarios.