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GIFF en Guanajuato Capital II

 

Dentro de las actividades del homenaje a Danny Boyle, que incluyeron la entrega de la Cruz de Plata por su trayectoria cinematográfica, donde se incluyó una presentación monográfica de su carrera con una simpática tropicalización de la escena inicial de Trainspotting (1996) (muy en el cliché de lo que el gringo promedio cree es lo mexicano), el director ofreció una especie de masterclass y una conferencia donde, con un carácter bastante alivianado, confesó muchos de sus secretos cinematográficos.

 

 

 

 

Homenaje: Danny Boyle en México

 

por Julio César Durán

 

El increíble Danny Boyle pudo visitar San Miguel de Allende y lugares clave de la ciudad de Guanajuato como el museo de las momias, el museo Diego Rivera, entre otros. Su estadía por el bajío mexicano develó a un cineasta entusiasta, apasionado, de locura contagiante que a más de uno dejó con un grato sabor de boca. La conferencia magistral, larguísima pero genial, nos mostró a un Boyle contento de compartir su cine, su cinefilia y su peculiar forma de ver el mundo. Lejos de ser un reservado británico de familia irlandesa católica, es un personaje bastante abierto y extrovertido que confesó sus gustos musicales y su conocimiento de la escena inglesa, cuyo género house influyó en la creación de su filmografía noventera.

 

La manera de trabajar su cine, comentó, es más orgánica al no pensar mucho en el estilo que trabaja sino en una manera intuitiva de sorprender al espectador. También hizo hincapié en sus influencias fílmicas más representativas, una de las más importantes, la obra de Nicholas Roeg, de quien recomendó una pieza poco conocida, la gran Eureka (1983).

Aprovechó para platicarle al público que en las épocas de estudio logró acceder al cine mexicano de Jodorowsky, y entre las piezas observadas estaba la célebre El Topo (1970), que lo dejó boquiabierto. Finalmente se confesó, y añadió que su filme favorito de la historia es Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola, a la que describió como una obra que lejos de ser perfecta es meritoria de elogios por su hermosa producción.

 

Danny Boyle

 

El maestro contemporáneo de la elipsis cinematográfica, se definió como un autor al cual se le dificulta escribir guiones, no obstante tiene un gusto particular por elaborar estructuras narrativas. Así mismo se declaró poco hábil para construir personajes, de ahí que siempre trabaje muy de cerca con sus guionistas(John Hodge y Frank Cottrell, entre otros), pero afirmó que tras el proceso de guión, de dirigir actores –parte fundamental para Boyle– y la construcción audiovisual (en ello también se lleva mucho eligiendo la música que disfruta), la película se hace realmente en la sala de edición. El montaje de un filme es lo que termina por realizar gran parte del mismo, y el todo se lleva a cabo ahí.

Extraordinario encuentro con un cineasta, que tiene bastantes entusiastas de su obra en México, con bastantes puntos interesantes de dónde comenzar a construir una imagen más acabada de él. Entre otras confidencias para el público de habla hispana, Boyle recordó un viaje a Cuba, el cual dijo haber disfrutado sobremanera, cuando promocionaba su ópera prima en celuloide, Shallow Grave (1994). Al llegar a la isla, su ímpetu cinéfilo no lo detuvo y se dedicó a observar todo el cine latinoamericano que pudo, entre muchas otras cosas una película que lo marcó para siempre: Memorias del subdesarrollo (Gutierrez Alea, 1968), de la que quedó tan impactado que dijo haber robado por completo la escena final del filme cubano para insertarlo como el final de su más conocida obra, Trainspotting (1996).

 

26.07.13

 

 

Las fotografías son cortesía del equipo de MKT Film.

 

Julio César Durán


@Jools_Duran
Filósofo, esteta, investigador e intento de cineasta. Después de estudiar filosofía y cine, y vagar de manera "ilegal" por el mundo, decide regresar a México-Tenochtitlan (su ciudad natal), para ofrecer sus servicios en las....ver perfil
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