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Intimidad del porno. La invitación

He aquí una provocativa revisión del estado de las cosas íntimas en el porno. ¿Usted lo acostumbra? ¿Trata de evadirlo? Acá, una nueva colaboradora nos habla de su paso por esta maquinaria pesada. A disfrutar más. A seguir sus recomendaciones.

 

por Faviola Llamas

Nothing is obscene providing it is done in bad taste.

Russ Meyer

 

El espectador sabe que no habrá nadie en su casa.  Llega hasta su habitación, cierra la puerta;  le pone seguro. Cierra las cortinas, prende la televisión para ponerla en mute. Prende la videocasetera, mete un VHS, se acomoda en su sillón, toma el control remoto y le pone play. En la tele se ve la imagen de las barras de colores, le sube un poco al volumen. Termina el tuuuh eterno de las barras, el volumen sigue al mínimo. En la pantalla se leen los créditos de la película, sube un poco más el volumen, pues la música es bastante divertida.

En la primera escena se ve a un fontanero explicándole a su ayudante las  virtudes del matrimonio. En la escena siguiente vemos a la esposa del fontanero experimentar varias posiciones sexuales con el mejor amigo de este. El espectador se acomoda mejor en el sillón, afloja sus ropas y empieza a ver como el fontanero hace un recorrido sexual por sus clientas. Se trata de una de las primeras experiencias sexuales de algún adolescente con El fontanero, su mujer y otras cosas de meter (Carlos Aured, 1981).

Para los que nacimos en los 80 la pornografía filmada o grabada empezó a ser más accesible.  En la película Booggie nights (Thomas Anderson, 1997) ambientada a finales de los 70, principios de los 80,  se habla del futuro de los videos y no de las películas (35mm, 16 mm y subsiguientes formatos), se hablaba de la posibilidad de hacer pornografía para llevar a casa, por un costo menor.

Con la llegada del VHS se reinventa la idea del voyeurismo pornográfico, pues se presentó la posibilidad de poner tu ojo sobre la mirilla de la puerta para presenciar un acto sexual desde la comodidad del hogar, solo o acompañado y cuando quisieras. Sin tener que esperar la función de las 6 en algún cine lejano con un montón de extraños, que dicho sea de paso, seguro tenía su encanto.

El boom de la pornografía en el cine llegó con el video, pues influye la liberación sexual de los 60 y 70. Con este éxito los productores cada vez buscaban vender más carne hasta llegar casi a la exageración, en tamaño (de penes, senos y glúteos), porque en el cine porno el tamaño importa. El juego de roles, los gestos exagerados, los sonidos de gemidos constantes y el abuso de zooms son una constante en estos filmes, que pueden o no gustarte, pero lo que es un hecho es que forman parte de las cosas más íntimas que se comparten con millones de espectadores más.

El sueño del director de cine de Boogie nigths es determinante de esa  belle époque del porno gringo. Dice: “No quiero hacer una película, donde se sienten, se masturben, se levante y se vayan antes de que termine la historia (…). Quiero hacer una película que los cautive y cuando chorreen ese jugo de placer, tengan que estar sentados, por no poder moverse hasta enterarse de cómo termina. Quiero hacer una película así”, le comenta, para convencerlo, al fenómeno de actor que trata de contagiar de su gusto… (busque la película y véala ya).

Hoy es otro el dilema. Actualmente la industria se enfrenta a un gran cambio. ¿Quién compra porno teniendo internet? A pesar de ser una de las cosas más buscadas en línea son “pocos” los que pagan por ella. Los actuales directores le apuestan a la imagen erótica, a la narrativa y a sus actores. Se realizan más cortos, pero con una mejor calidad, tenemos el caso de Grays provocatior, (http://graysprovocation.com/ ) en que nos da un flash de su trabajo, generando las ganas de mirar más y así comprar sus producciones. También está la directora del porno Erika Lust, que se califa a sí misma como directora de cine X y feminista, ya que en sus películas la mujer no es objeto, sino el eje temático de su universo. Lust ha emprendido un proyecto llamado Xconfessions (http://xconfessions.com/), una especie de caja de Pandora a la que le caben todas las fantasías del usuario. Ella las revisa meticulosamente, y la que más le gusten son llevadas a cabo.

Lo cierto es que la pornografía es algo muy íntimo, algo que juega con la mente y tus perversiones. Hay tanto porno con sus respectivas categorías, como gustos y fetiches tenemos. Cada uno tiene su ritual para sentarse a verla y disfrutarla. ¿A usted, cómo le gusta?

 

07.10.13

Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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