por Trajano Hernández
Cineteca Nacional parte con cuchillo el pastel para los cuatro años cumplidos de un festival que se presenta posterior al nacimiento de Jesús, con sus cabezas sangrientas, las venas rasgadas y con ojos extirpados de los espectadores sedientos de un filme que revele lo más popular del cine B de terror; del asco frívolo de ver vísceras en la pantalla grande.
Hablo del niño diabólico que también merece su fiesta y su arrullo: la 4ta edición de Masacre en Xoco: Pánico, Horror y Death Metal. Con esta presentación de filmes de horror y suspense, el ciclo se consolida como uno de los más importantes y de tan corta edad en la capital metropolitana del terror citadino.
Contrario a lo que se presentó el año pasado –prácticamente, manos cortadas y muñecas malditas- esta emisión contará con toques de esoterismo, esto con una triada de películas como La montaña sagrada (México-Estados Unidos, 1973) de Alejandro Jodorowsky, Ángeles y Querubines (México, 1971) cinta dirigida, fotografiada y escrita por el fallecido director de culto, Rafael Corkidi, y el último Alucarda, la hija de las tinieblas (México, 1975) de Juan López Moctezuma que son parte del homenaje al Movimiento Pánico, fundado en 1962.
La cuarta edición de Masacre en Xoco también contará con un recital de Death Metal mexicano como parte del ciclo BandaSonoras: Cine mudo a ritmo de rock, con el bizarro filme (obvio, de culto) de Edmund Elias Merhige, Begotten (Estados Unidos, 1990), celuloide a blanco y negro que musicalizará en vivo la banda This is Hell consagrada desde hace poco menos de cuatro años en la población metalera defeña.
El invitado al magno evento –por primera vez con alfombra de vísceras y mujeres vampiro– será Corea del Sur, uno de los referentes más emblemáticos de este género y que estará presidido el Centro Cultural Coreano de la Embajada de la República de Corea en México y de su director, el señor Chang Chi-young. Los títulos con los que nos deleitarán serán: Atormentada (Kim Pok-nam sarinsakonui jonmal, 2010) de Jang Cheol-soo, con la que arrancará el festival; Epitafio (Gidam, 2007) de Jung Sik y Jung Beom-sik y Sorum (Soreum, 2001). Si bien es útil mencionar su contenido es también convincente sólo mencionar sus elementos: cadáveres, amor y venganza.
Si el día de mañana las butacas no se visten de rojo, lo hará el póster propagandístico que tiene por necesidad pintar de carmesí su catálogo provisto de 17 títulos y 2 cortometrajes con un aglutinado de ilustraciones hechas por Tomm Coker, realizador de historietas de DC Cómics, Marvel, Dark Horse, entre otras. Aunque su necesidad de mostrar las imágenes tal y como se aprecian en las películas no es para nada original, como su antecesor verdoso, su color y líneas gruesas de negrura asoman la curiosidad de los novatos.
No queda más que invitar a compartir el cántico sepulcral y el arrullo de un niño maldito que hoy llega en Navidad (cual Krampus) y que invita a todos conocer de cerca los sesos y las extremidades plásticas del 26 al 29 de diciembre. Un festival que promueve el esoterismo y la crueldad, así como la apatía de sus personajes envueltos en la carencia de valores y la indolencia de los cuchillos y navajas en la carne.
25.12.13