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Dos estancias del Forum-Berlinale

 

por Cuahtémoc Pérez-Medrano

 

La sección Forum de la Berlinale busca convocar y presentar proyectos que sean innovadores, experimentales, de vanguardia, ensayos o reportajes fílmicos. Es la sección que ofrece posturas visuales que se encuentran situadas entre los entramados de la sublimación del arte cinematográfico y propuestas estéticas conceptuales. Dicha sección se integró de lleno a la Berlinale por ahí de los años sesenta, y es hasta la fecha una de las secciones más frescas y plurales que incitan el debate no sólo fílmico. 

Bajo este contexto se traen para su lectura y relectura algunos trabajos a los cuales pudimos acercarnos. En general, lo que percibimos fue una constante por contrastar el discurso documental con el discurso ficcional, generando críticas directas o manifiestos, como en Ich will mich nicht künstlich aufregen (No me quiero molestar por la artificialidad, Linz, 2014) en donde se plantea un filme-sátira-manifiesto que pone en duda las obsoletas categorías y discursos inmersos dentro de la industria fílmica y el arte.

En el discurso del filme reina la ironía, la broma inacabada y sin referente aparente, además de la combinación de ciertas repeticiones de distintos usos de la cámara y montajes. Si bien esta sátira teórica  recurre al cliché, a los coloridos vestuarios y de contraste, también nos representa con técnicas fílmicas diversas situaciones de poca trascendencia que están conectadas con discursos artísticos y políticos. Va de clases de yoga de Brecht, al hartazgo de la literatura adorniana.

“¡Mierda, mierda, mierda…!”, Asta, la protagonista, repite en distintos modos y ritmos de articulación de la palabra al inicio del filme-manifiesto. Ella es una curadora de arte y representa el espíritu de la crítica y el hartazgo. Deja la comodidad del personaje estándar para luchar contra la directora del Departamento Cultural, Frau. Brass, en la República de Berlín, y mostrar la verdad sobre la realidad del arte y el cine. Asta busca alianza internacional en el apoyo de un amigo de la India, quien la entiende y la busca ayudar. Los planosecuencias están armados con instalaciones y performance. Un filme que representa fielmente el enfoque que se pretende en el Forum de la Berlinale. El debate.

 

Zamatoví teroristi

Otra propuesta es el trabajo ficcional-documental de los checos Peter Kerekes, Pavol Pekarcík e Ivan Ostrochovský, quienes presentaron su película Zamatoví teroristi (Terroristas de terciopelo). Las historia de tres hombres que fueron terroristas en Checoslovaquia de los años 80 y que pasaron una temporada en prisión.

Así se nos presenta a Stano, quien quiso explotar una plataforma del partido comunista checo, y que actualmente busca una esposa; Fero, que vive con su esposa e hijos y que planeó el asesinato de Gustáv Husák, líder comunista checo; y Vladimir, que explotó carreteras y dejó caer de un globo propaganda anticomunista, y actualmente adiestra a una adolecente en técnicas de defensa y sobrevivencia. Los tres narran su historia a trozos y vinculan su pasado terrorista maniático y “heroico” con sus actividades de hoy en día. Esto nos expone a la sorpresa y la hilaridad, las habilidades de insurgencia del pasado parecen caricaturas del presente.

Por ejemplo, Stano no se cansa de hacer explotar cosas en su tiempo libre: dinamita árboles y en su afán de encontrar pareja nos dice: “La cita perfecta para mí es un picnic en el lago, con mi mujer y una explosión dentro del lago, así ella por miedo se arropará en mis brazos”.

Por otro lado, Fero adiestra a sus propios hijos en la construcción de explosivos y en los medios para utilizar un auto como medio de escape en situaciones de peligro. La veracidad de estas historias rayan en la ficción que nos provoca una risa de incredulidad. Bajo este mismo tenor, Vladimir mantiene una relación un tanto platónica con su aprendiz de defensa. Ella quiere aprender a defenderse por posible confrontación con los neonazis en su pueblo, aprende a disparar a explotar a mentir, y él espera su llamado para defender cualquier causa, pues es un héroe.

En el discurso de este filme saltan chispas dramáticas, lo demás se lo lleva el humor atestado de ironía. Los terroristas de terciopelo son maniáticos, locos, obsesionados con el sonido de las detonaciones y el peligro. Una virtud notable es el sonido de timbre de hotel que sustituye el arrollador sonido de las explosiones (Tiiin). He ahí un detalle aterciopelado, la suavidad de la comedia.

Como apéndice la anécdota en la sala: se le preguntaba a los directores si alguno de los protagonistas vio la película, y cuál fue su reacción. Respondieron que Stano vio la película y no le gustó, él cree que no hubo suficientes explosiones. “Debí explotar más cosas”, aseveró con frustración.

(Tiiin.)

 

24.02.14

Cuauhtemoc Perez Medrano


Comenzó su doctorado en Suiza y lo terminó en Alemania, en la universidad de Potsdam. En el entretanto ha vivido en Suiza, Holanda, Francia, Portugal, Alemania, Italia y Malta. Ha trabajado como mesero, botarga, tablajero, conductor de tren, vendedor de créditos, plomero, jardinero, profesor de español, cocinero, b....ver perfil
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