por Opiano M. Martello
Este viernes 16 de mayo no pueden faltar al Museo Experimental El Eco. Una oportuna ocasión para expandir la capacidad de estesis y dilatar los horizontes de certezas en cuanto a cine y música se refiere. Pues habrá algo contundente.
Como parte de las actividades paralelas a la exposición de Guillermo Santamarina, Sujeto No Objetivo, el próximo viernes 16 se llevará a cabo la muestra de cine experimental y acciones de arte sonoro: La subjetividad documentada, coordinada por el curador David Miranda.
El programa incluye una pequeña selección de filmes de corte found footage, cine de apropiación, o bien, de asimilaciones nostálgicas etéreas ( o como usted le quiera llamar, el punto es la propuesta conceptual y la imagen, etc), cada pieza es de breve duración pero de enorme densidad estética. Acá el programa:
La muestra abre con On the road by Jack Kerouac ( OJO, es el título completo de la pieza) que se trata de la primera adaptación real, literal, letra por letra, de una novela al formato fílmico. En efecto, Jorge Lorenzo reescribe el texto inaugural de la tendencia beatniks en película de 35 mm, con una máquina de escribir. No existe en la historia del cine un ejercicio de provocación parecido. Y si bien la obra de Jorge Lorenzo se ha enfatizado por algo, es por la provocación. No por nada su pieza 1/48” (2008), la cual dura solamente el tiempo de proyección de un solo cuadro de los veinticuatro por segundo que se ve normalmente, captó la atención de algunos miembros de la comunidad internacional de cine experimental como Alexander Horwath, Director del Filmmuseum de Viena, Austria, quien la ha citado en Cahiers du Cinéma como “la película más subversiva de todos los tiempos. Ni más ni menos.
La selección da paso a un serie de piezas de Bruno Varela. Uno de los más concienzudos, conspicuo, sistemático, autor del cine de reempleo en México. Todas sus obras, ricas per se, aguerridas a su punzante trasfondo político. En este sitio ya se ha hablado sobre Tiempo Aire, uno de los últimos trabajos que se exhibieron en FICUNAM en la selección de Ahora México y que para el gusto nuestro, supera por 80 mundos y 80 días el filme y todos los Super 8, a la cinta ganadora de la selección citada. Y es que al citar Bruno Varela su nombre habla por si solo.
Andrés García Franco, joven realizador egresado del ahora bien certificado CUEC, es otro autor que ha llevado con seriedad las implicaciones sociales de repensar la historia de las imágenes. La sensibilidad estética que decanta en cada pieza es comprobable. Gran conocedor del cine de found footage, (pues cuenta con estudios de posgrado sobre esta práctica) se ancla con la preocupación de una plástica contemplativa que no discute con la reflexión política, sino todo lo contrario. Lo anuda. Algo que también habría que hacer notar de la obra de García Franco es el sacrificio del cuerpo. Sangre sobre el filme, extreme close up de sus pupilas, revelados a mano, impostura y melancolía sobre los cines abandonados, la cual será exhibida en 16 mm para el evento. Lo físico de García Franco es hacer esencia el cuerpo en el filme hasta el grado más artístico.
La selección de filmes terminará con Benjamín Ellenberger. Un autor completamente desconocido en México y que por tanto debe verse. Digamos que puede ser su premier. Todos sabemos que Argentina es un país modelo en lo tocante a cuestiones culturales y que de cine involucra. Me disculpan pero así es. No obstante, las obras de Benjamín pueden resultar difícil al advertir su contundencia política. Pero es que no necesita hacerlo. Los títulos de sus piezas lo enuncian. Con decir Vello público y Las motivaciones en el trabajo es suficiente. El público se dejará llevar por la belleza, sí, y por la agitadora consecuencia del discurso fílmico, igual de hermoso y agitador.
Y es que todos estos artistas del filme, no diré ya cineastas, término ramplón que necesita una reconstitución más adecuada, son ya consientes de ello. Con artistas del filme me refiero a aquellos que filman bajo la soberana conciencia de que hay muchas imágenes ya y lo que se necesita es reescribirlas. Tal es la posición de cada artista de esta muestra. No quisiera agotar las sorpresas que Benjamín, Jorge Lorenzo, Bruno Varela, y García Franco tienen. Deben experimentarse.
Desde hace mucho se dice en F.I.L.M.E. que el cine de real contundencia está yéndose a los museos. Sabemos que están en los festivales, pero eso es cada año. El MUAC, lo hace con exposiciones como Farocki, Mekas, Peleshyan, Apichatpong. Ahora pensemos al Museo Experimental El Eco como ese espacio también, y otros tantos más que están en México ávidos de un refrescón de público, de un público con ganas de experienciar este tipo de estímulos. Y que ojalá se suman más museos para desempolvar sus inmuebles apolillados.
Pero ATENCIÓN. El evento no terminará acá, la muestra de cine bien podría pensarse como una antesala de algo más atronador, la reafirmación total. Se trata de una manipulación de archivos ( sí, found footage) y personales por parte de la artista Ornella Delfino Foglia, junto con María José Alós, ya una artista del filme con su Retrato apropiado, y Neural Xololt. Una acción sonora que incluye imágenes poderosas en el que el cine de reapropiación confirma su deliciosa y provocadora existencia. Será el verdadero acto en vivo. No puedo abonar mucho al respecto porque me tienen maniatado pero algo si he de afirmar, como dice Eva Noriega:
El cine de found footage ofrece líneas de fuga, desvíos y caminos alternativos en un mundo mediático donde el cine se resiste a ser pura mercancía.
Y añado que el arte sonoro o noise art también.
El museo experimental El Eco se encuentra en Sullivan #43. Col. San Rafael. Metrobús Reforma. Metro Revolución. Entrada libre.
12. 05.14