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Berlinale 65. Lo que en Panorama sucedió

por Cuauhtémoc Pérez-Medrano

 

 

La sección Panorama integra ficciones y documentales que pretenden ofrecer una visión general de las temáticas y formas fílmicas en boga, así como propuestas un tanto fuera de los focos de atención de la maquinaria del cine comercial. Bajo este contexto presento algunas propuestas que me llamaron la atención, ya sea por las temáticas, o simplemente por el impacto en los espectadores de este Berlinale.

 

Cárcel 4614 (Haftanlage 4614, Soldat, 2015) es un documental de una calidad de filmación que se vuelve menesteroso. Las tomas en su mayoría fijas, o al estilo de cámaras de seguridad, le dan un tono increíblemente escabroso. La lente sigue a los personajes que asisten y pagan para ser sometidos en un prisión hechiza en algún lugar del ancho mundo berlinés. Veremos las humillaciones y las tácticas de tormento psicológico y físico, y cómo los personajes lo disfrutan. Los sesenta minutos del  documental se construyen con la interacción con algunas entrevistas y con la escenificación de la tortura. Los dueños de la prisión improvisan dependiendo de las peticiones del cliente y las “reglas éticas” que ellos mismos asumen. La película de Jan Soldat es una provocación que busca integrarse a ese cuestionamiento del gozo del sufrimiento bajo la ambientación completamente tosca y de aislamiento que los barrotes de una prisión sugieren. La recepción de la película fue controversial, ya que no todos son gustosos de recibir lo violento, aun siendo teatralizado, como moneda de cambio estético. 

 

Meurtre à Pacot (Peck, 2014) es un drama situado en Haití. Sí, en la isla de la devastación sísmica y del acrecentamiento de desigualdades sociales. Justo bajo ese contexto está forjada la historia, después de los terremotos de 2010, en que el mismo Raoul Peck comenzó a realizar el documental Assistance Mortelle (2012) sobre  los efectos urbanos y sociales tras la devastación natural. En su recorrido por Haití encontró varios tópicos y detalles para desarrollar la historia.

Una pareja que vive en Pacot, barrio aburguesado de Puerto Príncipe, ve afectada su vivienda y queda bajo la advertencia de derrumbe sino se repara. La perdida de material y austeridad surgida después del sismo impiden encontrar una salida monetaria para la reparación. La única salida es rentar la habitación. El huésped o víctima es un francés que, bajo el objetivo de dar ayuda humanitaria, vivirá en la ruina con su amante: una jovencita que ve en su relación con el francés una salida a la miseria y  a la catástrofe. Un niño que fue asumido como hijo por la pareja muere en el derrumbe que el terremoto ocasiona.

De ahí viene un debate ético sobre si sacar el cadáver o dejarlo entre los escombros para percibir la renta del huésped. Las diferencias sociales y económicas en Haití son latentes en muchos detalles cotidianos. Se hacen evidentes las tensiones entre las clases sociales y las macabras maniobras del “acto humanitario” que dejarán claro que las clases menos favorecidas son propensas a la impunidad de los crímenes. Lo que sorprende y llama la atención del filme es la posibilidad de mirar una ficción desde el catástrofe, un pretexto para expresar las contradicciones exacerbadas después de los desastres naturales en Haití. Si Raoul Peck ya lo había logrado con su anterior documental con Meurtre à Pacot lograr matizarlo desde otra perspectiva.

 

 

Nasty baby (Silva, 2015). Uno de los premios de los jurados alternativos que tiene gran relevancia es el Teddy Bear, el premio que busca galardonar al filme bajo la idea de diversidad de género, o LGBTT. Este 2015 la película galardonada fue el filme Nasty Baby del chileno Sebastian Silva. La película, filmada en Nueva York, y de manufactura norteamericana trata en realidad varios temas de interés a los que se enfrentan la comunidad LGBTT.

Mo (Tunde Adebimpe) y Freddy (Sebastián Silva) son una pareja homosexual joven consolidada. Freddy es un artista plástico que está generando el proyecto “Nasty baby” que busca representar caracteres del neonato por medios audiovisuales. Polly (Kristen Wiig), una amiga de la pareja, ha intentado sin buenos resultados quedar embarazada por medio de la donación de esperma de Freddy. Así es que Polly recurre a Mo para poder quedar embarazada después de una serie de dudas sobre la donación de esperma y la responsabilidad de ser padre, Mo acepta. Poly casi quedará, al final, embarazada.

La historia nos muestra con un dejo de ironía la trivialización del carácter artístico, ya que el proyecto de Freddy es un armado grotesco de un video en donde los personajes de la película actúan como infantes recién nacidos. A la par de esto, un homeless, Bishop, que vive en una casa aledaña mantiene la tensión y agresión contra Freddy por ser homosexual. Este personaje va ser central para el desenvolvimiento de la película, ya que constantemente genera una tensión y un acoso contra Freddy y Poly. La conclusión se va configurando a través de todos los sucesos descritos y con el espectro de un crimen. El  “Nasty baby” se volverá no sólo el homónimo del proyecto de Freddy sino una realidad compartida entre los personajes centrales de la película.

 

19.02.15

Cuauhtemoc Perez Medrano


Comenzó su doctorado en Suiza y lo terminó en Alemania, en la universidad de Potsdam. En el entretanto ha vivido en Suiza, Holanda, Francia, Portugal, Alemania, Italia y Malta. Ha trabajado como mesero, botarga, tablajero, conductor de tren, vendedor de créditos, plomero, jardinero, profesor de español, cocinero, b....ver perfil
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