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Slow West

 

por Adolfo Abraham Cruz Carbajal

“Erase una vez, en 1870 para ser exactos, un chico de 16 de años de edad que viajaba desde los fríos rincones remotos de Escocia al corazón en formación de Estados Unidos para encontrar a su amor. Su nombre era Jay. El nombre de ella era Rose”, nos informa una voz en off a la manera de un cuento, un relato que nos revela en pantalla al mismo Jay contemplando el cielo nocturno bañado de estrellas, como si adivinara los nombres de las constelaciones al señalarlas con el cañón de su revólver, simulando disparos en su imaginación juvenil hasta distinguir el Cinturón de Orión al mismo tiempo que llama a su memoria la imagen de su amada Rose.

Slow West, filme ganador del Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance, es el primer largometraje de John Maclean, DJ y tecladista del grupo folk escocés The Beta Band, quien en asociación con el actor Michael Fassbender, el cual es productor del filme y que también ha colaborado con Maclean anteriormente en videoclips, nos muestran un western clásico que le rinde homenaje a este género cinematográfico al recurrir en tiempo y espacio a aquel imaginario que en los años cincuenta del siglo pasado vio su máximo apogeo en los filmes de John Ford, George Stevens y Howard Hawks.

 Con unos paisajes dignos de admirarse cual pinturas vivientes que evocan al filme Shane (George Stevens,1953), Slow West cuenta la historia de Jay, que como ya se mencionó, inicia una búsqueda en solitario guiado por una ingenuidad característica de un joven que despierta a la vida, para encontrarse con Rose quien en su intento de huir junto con su padre de su natal Escocia hacia Estados Unidos al haber cometido un crimen, se convierte en una fugitiva de la ley y en objeto de una cuantiosa recompensa por su captura ya sea viva o muerta.

La figura del héroe solitario característica del western nos la brinda Jay interpretado por el actor australiano Kodi Smit-McPhee, quien en su camino se topa con Silas (Michael Fassbender) un mercenario que al igual que él, se encuentra solo hasta que decide aliarse con Jay para guiarlo en ese terreno hostil y desconocido a cambio de 50 dólares, sin saber que Silas está huyendo de su grupo de bandidos.

La película se desenvuelve con un ritmo pasivo mas no aletargado (de ahí el título de la película “Slow”)  tal vez con el propósito de transmitir cierto aislamiento que empate con la soledad de los personajes ya que se encuentran en un lugar sin ley apartado de la civilización donde la naturaleza es igual de hostil que sus habitantes, prueba de ello son los incidentes en los que caen sus protagonistas, asaltos y robos, ésa es la ley del western: “Donde la vida no tenía valor, la muerte, a veces, tenía un precio. Es por eso que los caza recompensas aparecieron”, citando el prólogo de Por unos dólares más (Sergio Leone, 1965)

 

Al avanzar la trama Jay aprenderá a ser un hombre completo bajo la ferrea tutela de Silas quien poco a poco empieza a desarrollar un afecto paterno hacia el joven al enseñarle que ese mundo lo consumirá sino devuelve los golpes que ha sufrido en su nueva aventura con la misma intensidad con la que ama a Rose, un amor que de igual manera le dará lecciones desgarradoras como parte de su transición de niño a hombre.

La historia en Slow West es memorable no sólo por su trama sino por sus personajes. Rose es clave para la película ya que ella es el vellocino de oro que pone en movimiento la aventura de los protagonistas. Pero también por la imagen que de ella nos muestra Jay hasta que la vemos con nuestros propios ojos, por lo que es, una fugitiva, en contraste con la figura casi virginal en los pensamientos de él, ya que al igual, Rose también ha madurado por medio de la hostilidad del mundo, como el personaje de la joven Ingeborg en Jauja (2014) de Lisandro Alonso.

Los valores familiares como un sello distintivo en el género western de los años cincuenta del siglo pasado que Ashton D. Trice señala, hacen eco en Slow West al proclamar por una paternidad más activa y masculina en la figura de Silas como tutor del ingenuo Jay, donde ambos complementan la ausencia del padre y del hijo creando así una familia, una característica que comparte con la filmografía de Jacques Audiard, específicamente en Un Profeta (2009) y Metal y Hueso (2012). Por esta razón Slow West, es un western clásico ya que evoca el imaginario que se tenía de este género cinematográfico en los años cincuenta, a saber, la aventura, el héroe solitario, el bandido, la recompensa y el compañerismo familiar que hace del héroe un ser completo.  

 

23.07.15

Adolfo Cruz Carbajal


Egresado de la Lic. de Historia de la UACJ, actualmente colabora con reseñas de cine para el periódico El Reto en Ciudad Juárez. Tesis de Licenciatura: "El antihéroe en la historia del cine".....ver perfil
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