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Está detrás de ti

El coito interrumpido del cine de terror

por Enrique Ángel González Cuevas

 

Está detrás de ti (It Follows, 2014) de David Robert Mitchell es quizá la mejor película de terror del año pasado; una película que se vuelve “actual”, precisa y paradójicamente, por estar desfasada tanto en su tiempo natural de exhibición como en la temática y los referentes a los que apela. It Follows es cuando menos ambivalente.

A partir de una premisa bastante simple (básicamente es un “tú las traes” donde lo que te pegan, cual enfermedad venérea, es un implacable monstruo), Mitchell nos da cuarenta minutos, tan bellos como aterradores, para después empezar a caer y a caer hasta perder mucha de la tensión dramática hábilmente acumulada. Frente a un monstruo que ofrece mucho margen de maniobra para enfrentarlo, a media película los protagonistas parecen perder el rumbo, la historia se empantana y no parece ir a ningún lado hasta llegar a un clímax que desluce frente a los primeros minutos de historia. Bien se pudo haber optado por hacer un mediometraje genial (pero que por las limitantes del formato hubiera encontrado muchos menos medios de distribución) o por no hacer tan mocha la trama.

Está detrás de ti renuncia a jugar con la arquetípica dialéctica de Eros y Tánatos para quedarse simplemente con un puritano y represivo Tánatos, el cual castiga cualquier triste visita de Eros: No hay ningún rastro de sensualidad en los encuentros sexuales representados, ni siquiera ese espíritu de transgresión adolecente tan típico de las escenas eróticas de las películas de slasher o la fría y objetiva mirada a la que el torture porn nos había acostumbrado. Todo coito en el segundo largometraje de Mitchell es parco, desapasionado y, para colmo, es castigado. Si bien existe una norma claramente enunciada por Wes Craven que dicta que todo adolecente sexualmente activo morirá, los jóvenes de este autor y sus contemporáneos, al menos, disfrutaban sus faltas a la moral antes de morir. En It Follows no hay placer, sólo muerte.

¿Es una representación estética de una postura ideológica o mera falta de miras? Intentemos olvidar el incómodo hecho de que It Follows bien podría proyectarse en cualquier encuentro del partido republicano (o del PAN en el caso de México) con beneplácito del público y aplaudamos que los gringos, en esta mirada a sus miedos más conservadores, lograron dejar a un lado las ya muy trilladas y cada vez más aburridas películas de exorcismos, casas encantadas, entidades, similares y conexos. Aunque sin duda lo mejor de este filme no es la historia, sino el soundtrack y la fotografía.

El uso de la cámara le ha valido a It Follows los adjetivos de elegante y contemplativa. No es para menos, en un momento en que Hollywood no puede producir una película de terror sin volverla, aunque sea unos instantes, en una película de acción, o cuando el terror se ha reducido a una mera lógica de espantos (donde lo que da miedo no es la trama si no la expectativa del próximo susto en pantalla), una película que se da el tiempo de mostrar la amenaza del monstruo caminar lentamente hacia el protagonista con un opresivo y al tiempo bello paisaje de fondo, debe de agradecerse. Arte casi olvidado dentro del cine de terror estadounidense pero que en un momento fue parte del esencial armamento estético de gigantes como Carpenter o Romero.

Creada por Disasterpeace, cuyo nombre real es Rich Vreeland, en su primera y afortunada incursión en la musicalización de películas, la banda sonora de It Follows nos remite a Psicosis (1960) de Hitchcock y sobre todo a Hallowen (1978) de Carpenter, entre otros muchos, pero amplificando la naturaleza violenta, amenazante y ominosa de las piezas mediante el uso de sintetizadores con un buen toque de música industrial, creando de esa forma melodías que sostienen la mayor parte del efecto de la película.

Si la película de David Robert Mitchell ha hecho pensar a muchos en que será una película de culto, es por esta constante referencia estética a películas que sí lo son, de forma que acaba por compartir con ellas la misma aura. En otras palabras, Está detrás de ti es como su monstruo: simple y mimético, se nos acerca con la forma de nuestros queridos clásicos del terror, pero sin ser como ninguno de ellos.

La gran aportación de este filme es regresar el cine de terror a inicios de los ochentas, no sólo en sentido visual y sonoro, sino dando una representación estética al gran miedo de aquella época: el SIDA. Así, ciertamente It Follows refresca el tabú, redimensiona y fortalece el imaginario social de la represión ante conductas sexuales liberales lo cual es, sin duda, lo que en verdad la hace aterradora.

 

27.07.15



Enrique Ángel González Cuevas


@chontourette
Ciudad de México, 1986. Maestrando en Filosofía y ginecólogo paranormalista. Es entusiasta de la obra de Arthur Schopenhauer, así como cuentista y fan de la cultura zombi.
Tiene el sindrome tourette y nunca pone de acuerdo a sus ello, yo y súp....ver perfil
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