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Berlinale 66. Maquinaria Panamericana: carnaval fabril

por Cuauhtémoc Pérez-Medrano
 
Cuando se ve alterado tu orden o tu normal funcionamiento en muchos casos no queda más que el aislamiento, o un impasse en el tiempo sea para defenderse del exterior del cambio, sea real o imaginario. Este apotema lo conoce muy bien Joaquín del Paso, el joven cineasta mexicano al presentarnos la ficción  Maquinaria Panamericana, un película de producción México/Polonia.
 
Es la mañana de un viernes ordinario en Maquinaria Panamericana S.A., los obreros y trabajadores llegan a la empresa que se especializa en el mercado y reparación de máquinas para la construcción, todo parece una jornada normal. La crisis comienza con el descubrimiento de que don Alejandro, el dueño de la empresa, ha muerto. A partir de ese momento comienza el impasse temporal.

Maquinaria Panamericana está en quiebra desde hace años y el único sustento era su dueño, los obreros ahora sin seguridad social, sin sueldos, desolados no tienen más salida que ocultar que el dueño ha muerto y simular que no ha pasado nada, fingir que se trabaja normalmente, cuando en realidad se desata un festival apocalíptico lleno de absurdos.

La empresa está localizada sobre la avenida principal y el aeropuerto en la Ciudad de México, con un lago (de Texcoco) pasándole por debajo, un set muy ad hoc para configurar un lugar distópico. Mientras el rumor de los autos entra por las ventanas y puertas, como un oleaje constante, por los cielos vemos pasar constantemente aviones. El caos citadino rodea esta isla “laboral”. Los símiles están en cualquier lado, sea en algún lugar capitalista en una empresa en quiebra, o en algún lugar de presencia socialista tras la caída del Muro de Berlín, en ambos casos los trabajadores son sólo engranes de toda una maquinaria panamericana, caribeña, latinoamericana y anexas.

El filme es un divertimento en el absurdo, en la comedia poco común en el cine nacional pero tan habitual en la cotidianidad social (mexicana), en donde se vive improvisando, eso lo dejan claro los “non actors”, que coralmente interpretan sus propios papeles de improvisadores en el día con día.

El público berlinés recibió esta película con francas risas de los entendidos en la ironía y el humor negro, quedaron si acaso sólo algunas pocas caras de incomprensión del carnaval nostálgico proyectado, pero nada que Del Paso no haya solucionado de manera generosa, con anécdotas, al responder cada una de la preguntas.


16.02.16



Cuauhtemoc Perez Medrano


Comenzó su doctorado en Suiza y lo terminó en Alemania, en la universidad de Potsdam. En el entretanto ha vivido en Suiza, Holanda, Francia, Portugal, Alemania, Italia y Malta. Ha trabajado como mesero, botarga, tablajero, conductor de tren, vendedor de créditos, plomero, jardinero, profesor de español, cocinero, b....ver perfil
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