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Berlinale 67 | Generaciones mexicanas

por Cuauhtémoc Pérez Medrano

 

Una mezcla de generaciones se presenta en, valga la redundancia, las sección de Generación de esta Berlinale. Tesoros (2017), de María Novaro se presentó en las sala 1 del emblemático Zoo Palast. La película está dirigida para los niños, y estos atiborraron la sala, entre la curiosidad y la impaciencia propia de la edad. La misma curiosidad me había nacido cuando miré en el programa el nombre de Novaro, y recordaba la entrañable Danzón (1991).

El cine de la cineasta mexicana inquiere esta vez a la imaginación infantil. Sus personajes son básicamente niños de entre 3 y 12 años, los cuales desde sus propias realidades construyen una aventura pirata, con barcos y mapas. La diéresis fílmica se desarrolla en el pueblo costero de Barra de Potosí en el Estado de Guerrero, se aprovechan los elementos de diversidad ecológica de la región para mostrar una convivencia entre natura e infancia. La música vuelve a ser de gran importancia para el filme, canciones de playa y música tradicional conectan las secuencias de la aventura. El filme es forjado por niños, quizá toda la infantilidad de Novaro, en términos positivos. Lo que hace que se conecten distintas generaciones.

De otra generación fílmica es el joven director José Pablo Escamilla, que forma parte del heterogéneo combo de cortometrajes de Generation 14 plus. En dicha sección los interlocutores son los púberes y adolescentes. Los personajes centrales de su filme Libélula (2017), construidos por Escamilla están situados en una sociedad media/alta entre las esas edades (18, 15 y 13 años). Estos jóvenes hermanos están visiblemente separados por intereses distintos visitan, junto con sus padres, la casa de campo de unos viejos amigos de la familia bajo la advertencia del padre “no quiero pendejadas”. Al final esa es la advertencia de los distintos posibles nudos, de uno de ellos se configurará un acercamiento entre dos de los hermanos.

El año pasado Esteban Arrangoiz concursó con el refinado cortometraje El buzo.  En esta ocasión, otro cortometraje suyo vuelve a concursa por un Oso de oro en esa categoría: Ensueño en la pradera es su nombre, y forma parte del conjunto de filmes breves “El fin es el comienzo”.

El título de la sección es más que adecuado como preámbulo de una sensación de límite... El tema vuelve a ser el tema coyuntural de la violencia actual en México. El documental comienza con una toma fija sobre una pradera y la conversación muda entre un hombre y una mujer, ambos jóvenes, es Arragoiz quien narra. El tópico inicial es falazmente la migración entre México y EEUU, para momentos después dar un vuelco al introducir voces y efectos de la violencia. Es representativo el traslado narrativo entre ambos ejes el de la pradera y el de la violencia del narco.

Al final, el pensar que se podría hablar de algo distinto a la violencia en México parece ser solo un ensueño del que ni la infancia se salva, por lo menos para los muchos  lugares en donde se enfrenta esa guerra día con día.

 

16.02.17

Cuauhtemoc Perez Medrano


Comenzó su doctorado en Suiza y lo terminó en Alemania, en la universidad de Potsdam. En el entretanto ha vivido en Suiza, Holanda, Francia, Portugal, Alemania, Italia y Malta. Ha trabajado como mesero, botarga, tablajero, conductor de tren, vendedor de créditos, plomero, jardinero, profesor de español, cocinero, b....ver perfil
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