El poder de la mirada
por Verónica Ramírez
La inalcanzable forma de transcender del hombre a través del arte, en Diario de Francia (Depardon y Nougaret, 2012) se explica hermosamente la magia constante que posee la fotografía. Empezaré por desmembrar el arma más poderosa que es la mirada de aquel que se aventura a dejar parte de sí mismo para ser testigo y obrero de la inmortalidad.
Entrevistas, reportajes que hizo a lo largo de la carrera fotográfica Raymond Depardon, que da forma su compañera y cómplice Claudine Nougaret, y el pietaje queda como la visión de dos amantes. Pero este es sólo el pretexto para dar inicio al verdadero protagonista. Las calles propensas a estallidos cotidianos, colores diferentes, semejantes a la sensación de encontrarse frente a nuestros personajes. Rostros desnudos de artificies, engalanados sólo por una malla de líneas que cuentan el camino desconocido de la experiencia más allá de la belleza que posee la efervescencia intangible, llamada juventud. Lo único, lo presente, se funde.
El documental más que la exposición de la imagen por imagen, nos obliga a detenernos en la respiración de la inquietud salvaje que es el tiempo, devolviéndonos un estallido de voces, silencio en el torrente de la búsqueda ¿de qué? ¿Una respuesta? Una pregunta, o quizás el viaje que representa la propia búsqueda.
Todo el poder visual se define en la partitura del tiempo cuando el fotógrafo atiende al instinto. Arrojándose al momento preciso, antes de él, un presente destinado al olvido, después, una estadía infinita en la memoria.
Para ver el calendario de la película en AMBULANTE, da click aquí.18.02.13
