Una serie de confusiones llevan a una mujer, Laura Guerrero (una muy paradójica dócil y grácil Stephanie Sigman) ilusionada sólo con entrar al concurso de Miss Baja California, a adentrarse a ciegas al confuso mundo del hampa en la frontera mexicana, encarnado por un excelente reparto casi de cinéma vérité, comandado por Lino Valdez (un excelso Noé Hernández, eléctrico no actor de mirada penetrante). Sin quererlo de pronto se halla en la cresta de una ola que no puede Âżni quiere? ver. Es tomada por moneda de cambio de algo que supera la información que se le puede otorgar; es empleada como uno de los más viles enseres del narco sin que medie ninguna explicación. Y así, sin sospecharlo, es condecorada con la corona del certamen de belleza local que sólo profundiza su crítica situación de chivo expiatorio momentáneo, pasajero, sin sentido ni rumbo. Miss Bala (2011) proviene de una tradición moral de películas en México muy importante para el imaginario social de la Ciudad de México: las ficheras que nunca sabían a ciencia cierta por cuál de sus pecados llegaban a la cárcel (Salón México, Fernández, 48), o a las que la candidez les daba cierto virtuosismo que las alejaba del pantano aparentemente (Sensualidad, Gout, 50).
Muchos hipócritas o cortos de vista lamentan que se produzcan narcocorridos, porque piensan que serán piezas claves para el fomento de la cultura del narco, cuando, sabemos, son simples –a veces simplistas– reflejos sociales de una situación determinada que no está en manos de los artistas (acordemos utilizar esa categoría genérica). Las mismas necedades he escuchado sobre la más reciente película de Gerardo Naranjo, Miss Bala, que comienza a ser una pieza muy interesante del cine nacional, no sólo por estar dando mucho de qué hablar en Estados Unidos, Canadá, España y Japón, sino, diría yo, por reflejar sin pretensión alguna el estado de las cosas en nuestro país a partir de una sobria y a la vez enérgica propuesta fílmica.
Gerardo Naranjo es de los pocos cineastas cinéfilos en el cosmos de los realizadores mexicanos. Es así como ha surgido en él la regla de invitar a sus proyectos a fotógrafos muy interesantes de otras latitudes cinematográficas, de otras lenguas. Basta revisar los créditos de sus películas para darse cuenta de la pretensión de su imaginario: ya en Drama/Mex (2006) –para obviar la situación estadounidense de su ópera prima, Malachance (2004)– trabajó con Tobias Datum, un cinematógrafo de Frankfurt que imprimió un sello perturbador a la inclasificable road movie de Naranjo, que ningún mexicano hubiera podido ser capaz de igualar, por mucho que ignorara asuntos claves de “nuestra visión”.
Para Miss Bala, Naranjo comenzó armándose con un fotógrafo excepcional, Mátyás Erdély, húngaro que había ensayado con claroscuros llenos de rudas texturas en una versión extrañísima de Juana de Arco llamada Johanna (Mundruczó, 05). Ese ojo otorga el carácter desconcertante a Bala, fabricada a base de desenfoques deliberados, siempre colocando a la imagen en la miopía cultural (formativa e informativa) de la protagonista, que es nuestra única posibilidad de interpretar la realidad que vivimos.
Luego, el ritmo de la edición nos inserta ya de plano en la confusión misma de vivir el drama actual del narco en México, lejos de las entrañables caricaturas de El infierno (Estada, 10), o de las gestas heroicas del narcotráfico, tradicionales del videohome mexicano (hermanos Almada et al.). Las balaceras, que no faltan, no son vistas desde una perspectiva común de la action movie esperada; al contrario, son neutralizadas por la mirada asustada de la protagonista que prefiere salvar su vida, escondiéndose, antes de ser testigo relator de los hechos.
Que tire la primera bala quien quiera adentrarse en la verdad detrás del conflicto entre cárteles y el Estado. Nadie sabe bien a bien qué intereses mueven a ninguno de los protagonistas de la guerra, así Laura Guerrero, como nosotros, sólo quiere seguir su vida en paz, pensando en que cualquier empeoramiento de la situación es pasajero.
Baste recordar dos escenas de la película para subrayar lo dicho: por un lado tengan en cuenta la terrible mirada que dirige a los espectadores Laura, en la violación voluntaria (es lo que es) en la playa, donde ella, ante el embiste insensible, animal se diría, de su diablo guardián Lino, trata de comunicarnos cierta tranquilidad a los únicos interlocutores en el espacio vacío que tiene, nosotros, a quienes siempre, a lo largo del filme, apela sin esperanza, hasta el final –la otra escena digna de recordarse por siempre–, en que nos da la espalda para alejarse titubeante (a la manera de Chaplin) a ningún distinto amanecer, plagado de incertidumbres sin futuro claro, que es, a decir de Naranjo, adonde nos dirigimos al salir del cine, pensando sin concluir mucho en qué acaba de pasar, ya sea en la película o en las ocho columnas de cualquier día en la vida.
Una película de mensos, para mensos, .... no entienden lo que está pasando, no entienden nada de lo que pasa en el mero corazón del narco, como todo es una inteligencia gringa la que estĂ colud_a, esta pelicula no se acerca nada a lo que se vive en Monclova, yo no sè porque dicen que es buenal.
21.12.11
Rambo IV dice:
Esa peli esta cura, la verdad es que si senti como si estuviera otra vez en mi tierra, pinchis narcos. Ch_o por la crítica, buen estilo ese.
21.12.11
Praxedis dice:
No debe parecerse a lo que se vive en Monclova, Zombisapiens: la película es una obra de arte y nada más. Sobre el que sea una película de mensos para mensos, yo no diría eso. Quizá fue la película mexicana más inteligente del año por no subestimar al espectador, o Âżtú sabes exactamente qué está pasando?. Pero sí estoy de acuerdo con que casi podría ser una película de zombis para zombis, eso sí, y nada interfiere con que sea mensa. Es buena por lo que escribo arriba y por esto que digo aquí y más. Gracias Caro, Rambo IV y Zombi por su atenta lectura. Sigan conectados a esta revista por favor. Pueden pasar cosas importantes.
10.01.12
Sergio RaĂşl LĂłpez dice:
Más cuidado con las afirmaciones. Noé Hernández no es un "no actor", sino un profesional del teatro y recientemente del cine. Es un sardo en "El Infierno"; en "Vaho" es el Gordo Indalecio; además de Resistol en "Sin nombre" y uno de los Macarios en "Espiral". Respecto al videohome, podrían dar referencias más recientes como "El pozolero", "El bazukazo" o "500 balazos", protagonizadas por John Solís, o alguna de las varias entregas de "El Crhysler 300".
Saludos.
10.01.12
edurne dice:
a mí esta peli no me pareció tan buena la verdad, pero una que otra cosa me dió risa, tengo una amiga miss y el mundo de las ¨mises¨si es ojete pero bien que les gusta el varo a esta chavita que le crea su abuela que llegó por incidente a esa situación jajajaja que cruel soy no pues yo como no conozco ¨el mundo del narco¨ no me atrevo a hablar de el pero conozco por boca de mi amiga el mundo de las misses y aunque no lo crean no se cogen con todos XD le diré a mi amiga que haga mejor su film ¨miss oaxaca¨ con el mundo underground de las misses de rancho. saludos
,...,D
13.01.12
Quienha Braescritoesto dice:
Coincido con todo. Añado la virtud de que la trama ocurre en una sola jornada. Sin disgresiones. Con los tiempos objetivo y subjetivo bien agarrados. Dicen (diiiicen), que así son los mejores dramas.
13.01.12
Quienha Braescritoesto dice:
Disgresiones...no. Mejor: Anacronías.
01.11.12
lecMaWbzsvRsSAlyVW dice:
Dylan,quando pensamos que a reaadilde e9, a meu ver, inventada, histf3rica, negociada e interesseira (vou postar sobre isso na segunda) escolhemos, como seres que somos, uma.E agimos conforme essa sua linha, que e9 melhor tiritica do que outra coisa, na qual eu tambe9m amarro meu bode.Mas, ao mesmo tempo que chegamos a isso, temos que ver que existem outras reaadildes flanando por aed. E que nem sempre o discurso da tiritica batem com os fatos.O que nos leva a ne3o ser dogme1ticos, fechados, mas sempre abertos, e escolhendo algo mais humano, e9tico, no que achamos que deve ser aquela defesa (le1 detre1s) do bem comum.Esse senso de mil reaadildes, pelo menos para mim, ajuda bastante, pois como lido cada vez com mais gente, diferente, e procuro trabalhar a cognie7e3o deles, vejo que quando falo abro uma ponte, mas nem sempre e9 larga como eu gostaria.Vamos andando abrae7os,bons papos,Nepf4.