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Ciclo o de extranjerías para toda la vida

por Axel García Ancira

Insertos en la muy necesaria vía de la recuperación de medios de transporte no automotores, para algo más que la mera recreación, Ciclo (Andrea Martínez Crowther, 2012) llega a las pantallas apostando por este nuevo público, sin embargo, como muy pronto nos enteramos en el FILME, ésta es más una película sobre la rodada de la misma vida que sobre el épico viaje que dos hermanos realizaran hace más de cincuenta años, de la ciudad de Pachuca en México hasta Toronto, en territorio canadiense.

El tratamiento pudiera parecer el del consagrado género roadmovie, que en México ha dado réditos con la comercialemente triunfadora Y tú mamá también y, extendiendo un poco los márgenes del género, con Bajo California de Carlos Bolado. Muy lejana de estas pretensiones se encuentra Ciclo, aunque compartiendo con aquellas la búsqueda de los hilos más subjetivos y las señales introspectivas, por encima del ansiado desvelamiento de la trasformación del padre y el tío de la directora, Andrea Martínez, en nuevos sujetos de sí y para sí. Aquí no importa mucho la diferencia entre el documental y la ficción, pues tanto Arturo como Gustavo Martínez, acceden a ponerse frente a una cámara con el objetivo de contar una historia y su ser como historia. Esto hace que la diferencia entre aquellas formas del cine sean una mera cuestión de formas de enunciar filmicamente.

Un acierto de la película, quizá el mayor, es revelarnos el propio proceso de su creación como un elemento de cara al espectador, como lo denota el padre de Andrea Martínez al confesar en una llamada a su esposa que están haciendo una película.

El tema de la anécdota del viaje en bicicleta, impresionante como hazaña no parece suficientementente explotado, quizá por la misma factura de la película que se plantea como un FILME sobre el paso del tiempo, no tanto en los espacios como en los mismos personajes. De esta manera, la historia principal del viaje pronto da lugar a historias secundarias que son las propias vicisitudes que dos hombres mayores han pasado a lo largo de sus vidas. Estos hechos, algunos trágicos y que darían en sí material para otra película, parecen encaminados únicamente a demostrarnos una premisa: que cualquier decisión que tomemos en nuestra vida puede determinar diferentes destinos para el futuro.

Ciclo es una película en donde la mezcla entre tiempo pasado y modernidad parece balancearse hacia el tiempo presente, siendo la marca de la directora la que parece sobredeterminar tanto los hechos como a sus propios personajes, a quienes empezamos a conocer tardíamente en el desarrollo de la película. Quizá porque en la narración, los aspectos más acuciantes de la actualidad del argumento buscan ser revelados como climax y desenlace de la película.

Se extraña una mayor explotación de la línea narrativa o de los espacios por los que pasan, y el FILME, moldeado en gran parte por los gustos presentes de “festival de arte”, recurre a lo fragmentario y a las pequeñas anécdotas, algunas veces relacionadas con la comida; otras con intermitentes llamadas telefónicas. Pero sobresalen los momentos de exaltación poética en los que la directora pretende contar la historia: nubes, paisajes, autopista límpida, y un auto que pareciera siempre acabado de lavar, más concordante con el carácter de la expresión sensorial desde algún tiempo posmoderno (sin marcas temporales, sin reflexiones sobre el entorno) que con el de un viaje que transforme a los personajes y a los espectadores.

Al final, todo queda explicado, y nos damos cuenta de que el tono de lo que hemos visto es más cercano al proceso de un duelo anticipado, en donde los paisajes y las historias son parte de una reflexión sobre la fragilidad de la vida, y su propio carácter, ahora sí: cíclico. La metáfora de las bicicletas queda enunciada -aunque reiterativamente- y transferida a un segundo plano. Las bicicletas son proyecciones, sombras sobre el asfalto, cuyo volumen alcanzamos apenas a vislumbrar.

Sin duda, lo mejor del documental es el tratamiento del material de archivo, el cual contribuye a darle una gran riqueza a los relatos en flashback. La imagen y el sonido están al servicio de la muestra de facciones y gestos, quizá abusando de una microscofilia, que no ayuda a encontrar el interior de los personajes a los cuales uno siente que apenas alcanza a conocer, a pesar de que se nos ha contado en síntesis toda su vida.

Ciclo, sin embargo, deja al ojo atento una gran enseñanza. La similitud de tiempo entre los dos hermanos jóvenes que emprenden la aventura, y el paralelismo con los hermanos viejos que tienen la oportunidad y el temple para repetirla, aunque de manera distinta. Parece ser la libertad de transitar en el mundo ese material del que están hechas las leyendas y la historia misma.

19.04.13

Axel García Ancira


Paranóico, verborreíco, postapocalíptico, dialógico, de México, herético, senso-estético, retórico, orgiástico, teorético. Productor y realizador para Hispan TV, actualmente estudia una maestría en estética en el Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM. ....ver perfil
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