por Jorge Luis Tercero
...de lo que le sucede a un hombre cuando le quitan sus cigarrillos y su chupe o, quizás, del abismo de sentimientos que se genera alrededor de una familia fragmentada. Las lágrimas (2012), de Pablo Delgado Sánchez, nos habla, con su forma simple y austera, de muchos temas que a todos nos atañen. Es una película llena de intimidad y de sentimientos condensados por las imágenes, que se presenta ahora en el 33 Foro de Cineteca Nacional.
A través de un guión mínimo y poniendo los mayores retos de este debut cinematográfico sobre la base de la improvisación, se nos presenta la tesis fílmica de Pablo Delgado Sánchez. La historia gira en torno a dos hermanos: Gabriel (Gabriel Santoyo Navidad) y Fernando (Fernando Álvarez Rebeil) centrándose en la inestable relación entre ellos y su madre (Claudette Mallé). Una relación que se ha venido abajo a partir de la desaparición del padre del núcleo familiar. En este rubro, cabe destacar que el trabajo actoral es de un pulimento excepcional, así como las miradas al interior que el fotógrafo nos ofrece, valiéndose de un formato cuadrado (reminiscencias del, ¿homenaje? al 16mm) para retratar el duelo interno de los protagonistas. Una película técnicamente muy cuidada, que da una verdadera cátedra de cómo hacer un buen trabajo con no demasiados elementos.
En cuanto a su construcción, la película me recordó mucho una obra que desfiló por el circuito cultural mexicano: De Jueves a Domingo (2011), road movie dirigido por Dominga Sotomayor. Ambas coquetean con cierta exposición preciosista del mundo natural como espacio de la mente y de los recuerdos; ambas comparten una mirada al interior de los personajes, con encuadres muy reveladores y, que a su vez, se centran sobre todo en los pensamientos de un menor. En De Jueves a Domingo será una niña mientras que en Las lagrimas será Gabriel, el hermano menor de Fernando. Del mismo modo, en la cinta de Delgado Sánchez nos encontramos de nuevo en medio de un viaje existencial a un bosque, el lugar al que sus padres solían llevar a Fernando de chico; traslado que simbolizará un catártico redescubrimiento del pasado olvidado.
Algo que es de notar en el filme es que, si bien intuimos que está situado en la Ciudad de México (con locaciones en carretera y en un bosque, posteriormente) en el fondo esta pieza es un relato que podría ubicarse en cualquier otra parte del mundo, en casi cualquier otro tiempo. Es la fábula del niño inocente que confronta al niño que ha sido corrompido por el mundo. Una película entrañable a la que vale la pena echarle un vistazo en este 33 Foro Internacional de Cineteca.
Aquí las sedes donde pueden ver la película:
23.04.13