Es por eso que los musicales, la comedia, el melodrama, el western y el cine de gángster se constituyeron como las figuras narrativas institucionalizadas por excelencia. Estos géneros, florecientes durante la época dorada de Hollywood, determinaron una manera especifica de hacer cine y hacer cineastas. En especial, fue el cine de gángster el género del que podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos donde se formaron autores cuya huella personal podía infiltrarse por las rendijas de un sistema convencional, hegemónico y sátrapa. Pero al hablar de ese periodo, y en espescífico de esta tendencia, resulta necesario remitirnos antes que nada a una regla genealógica: antes del cine, fue la literatura, antes de la literatura está la sociedad, y detrás de ella la base económica. Así que vayamos por partes.
Al hablar de film noir o cine negro nos referimos a un tipo de cine con carácterísticas expresivas bien definidas y con mecanismos narrativos muy particulares con los que el género de gángsters no coincide necesariamente. La ley del hampa (1927), de Joseph Von Stenberg, una de las primeras películas más representativas que cuenta el universo del crimen y la mafia, poco tiene que ver en su estilo con El halcón Maltés(1941) de John Huston. El cine negro es aquél que se caracteriza por el uso expresivo de la iluminación por medio de fuertes claroscuros, además de que el leitmotiv no es descubrir el asesino o dar con el hampa, sino es la tensión del suspenso y el desarrollo de la pesquisa. El cine negro también tiene en su origen motivos sociopoliticos, pues su estética se debe al hecho de que las personas involucradas en estas producciones eran técnicos alemanes que huían del régimen nazi migrando a Estados Unidos. Por tanto enriquecieron los relatos gangsteriles con las prácticas estilísticas del Expresionismo Alemán de la década de los veinte. Gracias a estos alemanes (entre ellos Fritz Lang quien realizó dos importantes películas sobre el crimen organizado, Furia(1936) y Sólo se vive una vez (1937), es que podemos ver a Humprey Bogart simbolizando con su mirada la Ley que se debate entre el bien y el mal, entre clarobscuros metafóricos, deliciosamente connotativos. Pero así como el Western (antecedente cinematográfico del cine de gángster, sólo que en la versión rural) tuvo su mejor realizador en Sergio Leone, en el cine de gangster, viene a ser un italiano el gángster por antonomasia: Vito Corleone, Il Padrino, llevado a la pantalla por Francis Ford Coppola, quien si bien no es italiano sí tiene ascendencia siciliana. Por otro lado, situándonos más en la actualidad, otro que también tiene ancestros mafiosos de la península itálica y que de manera contundente creó uno de los relatos de gángster más fascinantes fue sin duda Tarantino, con Pulp Fiction. Pero como sabemos, la historia de los géneros cinematográficos no estriba simplemente en la historia de Hollywood, tan así que el cine de gángster que aportó más al desarrollo de una identidad artística de arraigo en el lenguaje cinematográfico ocurrió aquí, en México. De verdad lector, no se trata de una hipérbole chauvinista, esto lo afirmo con toda objetividad. Juan Orol creó toda una nueva corriente que aún a distancia no podemos evitar reírnos sin poder sopesar en su justa medida los valores creativos de su obra. Es cierto que todo fue involuntario. Su humor y su torpeza narrativa. No obstante, Gángsters contra charros(1947) y Los misterios del Hampa(1945)no sólo inauguran una corriente sin precedentes:el expresionismo surrealista, sino también algo que la gente de cine conoce muy bien, los llamados “patos”, chapucería técnica para evitar que un eje de continuidad espacial una vez que se rompe por negligencia salte a la vista del espectador. Esto, querido lector, es la estética del error. Este es el estilema del cine latinoamericano, es nuestra identidad y no deberíamos avergonzarnos de ella. Viva Johnny Carmenta, reivindiquemos el error, bang, bang, bang contra los vampiros perfeccionistas de la industria.
Textoservidor. Lic. en Técnicas de la alusión con especialidad en Historia de lo no verídico. UNAM generación XY. Editor en Jefe y cofundador de la revista F.I.L.M.E. Fabricante de words, Times New Roman, 12 puntos. Es....ver perfil