por Elías Razo Hidalgo
Sirva el presente para hacer una breve y sencilla semblanza de Antonio Federico Weingartshofer y del Sordo (1946-2016), excelente fotógrafo, cineasta, documentalista, guionista, productor y realizador audiovisual. Siempre preocupado por la niñez mexicana. Que en sus 70 años logró amalgamar proyectos culturales que marcaron la segunda parte del siglo XX y encaminó el trabajo a proyectos de principios del siglo XXI. Va con un agradecimiento especial para Patricia Coronado y C`Kañac Weingartshofer Coronado, por la revisión al texto.
A Federico Weingartshofer hay que ubicarlo en la generación rebelde del 60, que logrará proporcionar sus puntos de vista en los actos de protesta de esta década. El movimiento estudiantil del 68 necesitó ser documentado por sus mismos protagonistas, había que mostrar el punto de vista desde el lado no oficial, se luchaba contra todo y contra todos, pero se podía tocar por fin la libertad, esto se discutía en las asambleas de las escuelas y facultades de UNAM y del Poli, y el sueño también se alcanzaría dentro del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), en donde un grupo de estudiantes, coordinados por José Rovirosa logran trascender el simple discurso y trabajan la filmación de lo que se convertirá El grito (1976),  cine documental vital para entender los años convulsos de esa década. 
En la década de los 70, estos inquietos cineastas rompen con las estructuras monopólicas de la industria cinematográfica y cuestionan desde la producción, la realización y la distribución que se da en el cine y logran filmar alternativas en el proceso de creación cinematográfica al convertirse ellos en multiusos y ser  directores, escritores, guionistas, editores, dando resultados experimentales que, en términos económicos, dan ahorros en los costos totales de las películas. 
Federico Weingartshofer, apoyado por el trabajo de producción de Patricia Coronado, con la que forma pareja en 1970, realizan ese mismo año la cinta–tesis de Federico: Quizá siempre sí mi mueran-Caminando pasos… caminando, en donde se plantea la posibilidad de hacer películas agrupando a todos los participantes en una cooperativa y tener la posibilidad de filmar, sin necesidad de contar con los apoyos que da la industria cinematográfica. Con esto Patricia Coronado soporta  un modo “alternativo” de producir (empeñando bienes y riquezas particulares), y se logra echar adelante la filmación de Caminando pasos… caminando (1977). La película es seleccionada para participar en la Semana de la Critica del Festival de Cannes, en donde es muy bien recibida. 
Parte del resultado de la cinta es la aglutinación de Cine Códice, empresa productora y distribuidora de cine alternativo, fuera de los canales “normales”, y se logra una gran difusión cinematográfica, la enorme red de cinesclubes universitarios y de la SEP, florecientes durante la segunda mitad de la década del 70. 
Al finalizar esta década, Weingartshofer filma Bajo el mismo sol y sobre la misma tierra (1979), teniendo el mismo esquema de ser una película que trata el tema eterno del choque cultural de una campesina viuda que migra a la ciudad huyendo del caciquismo…: “Los caminos no sólo traen, también se llevan” (diálogo de la película, magistralmente escrito por Federico).
En los 80 realiza documentales para la Unidad de Televisión Educativa y Cultural de la SEP y para el Instituto Nacional Indigenista y, a instancias de Patricia Coronado, en 1986 inician una experiencia académica del nuevo cine latinoamericano al embarcarse en el proyecto, al lado de Gabriel García Márquez y los creadores del llamado cine imperfecto de la isla cubana: fundan la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Cuba también significó parte de la separación de la pareja Weingartshofer-Coronado, no se volvió a repetir la producción cinematográfica del 70.
Federico  Weingartshofer entendió los cambios tecnológicos en el cine y aprovechó sus conocimientos para hacer televisión, siempre abocado a la parte documental y desde luego la parte que siempre le apasionara, una propuesta audiovisual para el público infantil, una apuesta educativa desde la estética, la dramaturgia y la producción innovadora. En su paso por la televisión mexicana dejó su corazón, su talento y su conocimiento en proyectos como Plaza Sésamo, el nuevo modelo educativo para las Telesecundarias, Cosas de niños, Infancias mexicanas, entre otros proyectos.
Sin perder de vista su gran amor a la cultura mexicana abordó temas en su veta documental como México a través de su arte; Orozco, según Orozco; Cosas de familia; El alma de México; El tequila, el arte y la cultura, y Hernán Cortés, crónica de una conquista (2003), entre otros, logrando acumular hasta 15 mil horas de producción televisiva, muchas bajo contrato con Televisa y otras con Televisión Azteca. 
No podemos olvidar que también fue maestro de Fotografía en el CUEC, y de realización en el EICTV, y deja este legado de trabajo y de búsqueda permanente de soluciones a problemas a los que se enfrentó.
Valga esto como homenaje y testimonio mínimo del trabajo productivo consecuente de este cineasta y maestro de cineastas, porque como dice su hijo, C`Kañac, “Cada vez que una persona con la bondad y generosidad de Federico nos deja, el mundo pierde algo de luz”.
Este fin de año fue elegido por Cineteca Nacional para homenajear a Weingartshofer, revisando parte sustancial de su obra. Aquí las fechas, los títulos y quien estará comentando cada película, para que vayan agendando...
17 de noviembre
Quizá siempre sí mi muera… (1970)
Presenta: Luis Kelly
24 de noviembre
Caminando pasos… caminando (1977)
Presenta: Mitl Valdés y Patricia Coronado Nóbregas (productora de la película)
1 de diciembre
Bajo el mismo sol y sobre la misma tierra (1979)
Presenta: Alejandro Pelayo
8 de diciembre
Semblanza de Fritz y presentación de proyecto bibliográfico ¿De qué color es?
Proyección de cortometraje Las plumas del Pavorreal (1986)
Presenta: C´Cañak Weingartshofer Coronado
30.10.16