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Los caminos mexicanos de la nostalgia de la nostalgia


por Praxedis Razo


El año pasado se cumplió un cuarto de siglo de haberse estrenado una película muy influyente en la década de los 80. Veinticinco años son suficientes para comenzar a considerar si una película ha resistido el embate del tiempo, y Volver al futuro (Zemeckis, 85) ha demostrado haber trascendido del todo a varias películas de su generación.

Todos conocemos y disfrutamos con la historia, con la trama, con la selección musical. La película se presentó en su momento como la gran vanguardia de efectos especiales, la superproducción del stablishment, la clásica película teenager (que durante la década de los 80 abundaron) con los artistas que la televisión había puesto de moda. Es decir, todos fueron al cine a ver la película del año y no salieron defraudados. Cumplía con creces las expectativas que ponían en duda el éxito de una película que cantara una oda a una década aparentemente lejana como la de los 50.

Pasaron los años, y, en plena década de los 90, Volver al futuro se convirtió en un lugar común en la televisión pública mexicana. Guillermo del Toro y compañía la repetían ad nauseam en aquel ya legendario canal 5, formando un público que crecería, entonces, añorando su década anterior, toda vez que los niños de los 90 se creaban una grata idea de la década del rock and roll.

Dos generaciones se enamoraban de Jennifer y/o de Marty, dilucidaban los problemas de generar 1.21 gigawatts y vivían en carne propia el delirio freudiano de enamorarse profundamente de su madre. Nadie sospechaba que la película que produjo desinteresadamente Steven Spielberg estaba lista para el siglo XXI, quizá nunca más fresca ni más elocuente.

La casa productora de Volver al futuro planeó reestrenar en 2010, en algunos países, la película la misma noche en que se sitúa la acción de la película en 1985 (26 de octubre) con pocas expectativas reales de las ganancias que pudieran obtener. Y no se equivocaron: en realidad no acudieron las masas comprometidas con McFly a ver la película que estuvo en cartelera durante poco más de dos semanas, sin embargo los que se dieron cita esa noche en las salas de cine, revivieron a lo grande, y realmente como debe ser, la experiencia que tuvieron ya en los 80, ya en los 90.

La nostalgia por los viejos tiempos entonces se transformaba en una triple nostalgia. Los ochenta lloraban los 50; los 90 clamaron por los 80; y los dosmiles revivieron todas las “mejores†épocas anteriores.

Así es que en este glorioso ejercicio de añoranza, Autocinema Coyote nos da la oportunidad de romper con las coordenadas espacio-temporales, y gozar una vez más del pasado de un futuro hipotético, en pleno presente, y qué mejor y más significativo, que desde un automovil.


12.2011

Praxedis Razo


Un no le aunque sin hay te voy ni otros textículos que valgan. Este hombre gato quiere escribir de cine sin parar, a sabiendas de que un día llegará a su fin... es lo que más le duele: no revisar todas las películas que querría. Y también es plomero de avanzada. Mayores informes y ofertas al 5522476333. ....ver perfil
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