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The Thing

 

Treinta años de la cosa que el otro teme de sí mismo

 

 

por Joel Gustavo

 

 

De acuerdo con Susan Sontag, el cine de ciencia ficción esta relacionado con la estética de la destrucción, con las peculiares bellezas que pueden producirnos los estragos, la confusión. Así, la imaginación de la destrucción constituye el núcleo de la estética que compone y guía las historias del género. Sin embargo, el cine de ciencia ficción y el cine de horror comparten lugares comunes tanto en el imaginario colectivo como en la producción cinematográfica. Un ejemplo de anterior lo encontramos en The Thing (John Carpenter, 1982), cinta de horror científico que cumplió 30 años de haberse estrenado en salas de cine, y que con el paso del tiempo se ha colocado como un clásico a tono con piezas maestras del genero de ciencia ficción como Tarántula (Jack Arnold, 1955) y The Thing from Outer Space (Howard Hawks, 1951), película que le precedió como adaptación del relato Who goes there?, escrito por John W. Campbell Jr. en 1938 para la revista Analog Science Fiction and Fact.

 

The Thing, podría ser un excelente objeto de análisis de los elementos narrativos distintivos del cine de horror, así como de los estilemas ficcionales en los que se apoyan las producciones de su especie. Sin embargo, el objetivo de estas líneas se concreta a ofrecer un corolario de los aspectos narrativos y visuales que hacen de The Thing, un clásico de cine de horror, para muchos la mejor adaptación del relato original y la mejor película filmada por John Carpenter.

 

 

 

Cosas de miedo

 

Filmada en glaciares de Alaska, Canadá y platós de los Estudios Universal, The Thing, revela una misteriosa amenaza de otro mundo que asecha a los miembros de un campamento antártico. Al principio de la cinta la construcción narrativa gira alrededor de una serie de hechos violentos: un helicóptero sobrevuela el desierto antártico, sus tripulantes disparan y bombardean a un perro, la aeronave sobrevuela un campamento norteamericano alertando a todos en su interior, la tripulación noruega del helicóptero desciende para acabar al animal pero al no poder comunicarse con los miembros del campamento estadounidense, son eliminados por estos al repeler su errática refriega, sembrando el desconcierto y el misterio que nutren la trama de la historia. A partir de esta secuencia quedan revelados los elementos centrales de la historia: la confusión de un grupo frente a la otredad (expedicionarios americanos ante a sus homólogos noruegos) y la violencia como forma de resolver los conflictos que desatan la exposición al otro (la aniquilación de los scouts nórdicos), o mejor dicho frente a lo otro, frente a lo desconocido.

Fiel a los códigos del género. Los espectadores no tienen mas información que los protagonistas sobre la creciente amenaza. De este modo, después del sobresalto los miembros del campamento curan sus heridas, inspeccionan al can fugitivo, a la vez que tratan de establecer contacto inmediato con el campamento noruego. Cabe mencionar que el desierto antártico en el que se desarrolla la película explota la inaccesibilidad y confinamiento que producen en el hombre los desiertos, en este caso un desierto congelado del cual nacen las atmosferas visuales y sensoriales del filme: aislamiento, misterio, miedo, desconfianza, asombro y locura. Después del estado de alerta que impera en el campamento, el visitante canino pasa a segundo plano, los miembros de la expedición se empeñan en una tensa rutina, pero también buscan desesperadamente contactar a la expedición noruega. Así, la delgada linea de suspense se tensa con renovada fuerza cuando McReady (Kurt Russell) vuela en helicóptero al campamento nórdico, transformado en una pila de escombros humeantes en el yacen como carbones apagados los miembros expedicionarios. No teniendo suficiente para inmovilizarse de horror, el protagonista, encuentra en medio del caos un objeto carbonizado que paraliza a los scouts: un monstruoso alienígena de forma humanoide al que de inmediato cargan para llevar al campamento (¿con ese puño de arrojo científico están satisfechos o quieren más?).

No obstante la inquietud y fascinación de los miembros de la expedición frente a la entidad alienígena, se retiran a continuar con su rutina, dejan a cargo del doctor Blair (Wilford Brimley) y el equipo de investigadores desentramar el misterio de la cosa quemada. Todo vuelve a la normalidad. Sin embargo, el suspense se mantiene, crece en el interior del campamento al caer la noche mientras algunos duermen o trata de hacerlo. El extraño de cuatro patas, confinado en una trampilla junto a sus pares, comienza a mutar monstruosamente en una entidad que sobrepasa y rompe los límites de la anatomía conocida por el hombre, engendrando un ente, una otredad alienígena voraz que consume la carne sus iguales, antes de enfrentar y consumir otras formas de vida que le hacen frente entre gritos, balas y llamas. Los expedicionarios luchan sorprendidos y aterrorizados una amenaza que sobrepasa su entendimiento, una bestia viscosa que consume con dentadas fauces y extremidades amorfas a los compañeros caninos del grupo, que sufre la aniquilación antes de completar una repugnante metamorfosis entre ardientes llamas. En este punto de la película, el mecanismo de otredad gira hacia el otro alienígena, lo que vuelve las imágenes del otro realmente tensas y monstruosas, así mismo la reacción frente a la otredad alienígena fusilada e incinerada sin remordimiento ni pena, pero no sin miedo.

 

 

 

 

Cosas del otro que fascinan

 

Hasta aquí la historia podría ser una historia mas en la que el ingenio humano triunfa frente a la adversidad, frente al otro y la otredad. Sin embargo, dos elementos dramáticos se agregan a la adversidad inicial: el reconocimiento del contacto con una otredad extraterrestre y una amenaza de infección y contagio que reduce a los propios en extraños de quienes desconfiar y cuidarse. De esta manera, los expedicionarios hayan en cintas grabadas por los noruegos, el descubrimiento de un colosal objeto extraterrestre enterrado en hielo de la Antártida que, los noruegos no pudieron desenterrar ni estudiar a fondo, lo cual representa posibilidades aprovechables parra los norteamericanos. MacReady y compañia vuelan para inspeccionar el coloso extraterrestre. En el sitio del hallazgo nórdico, se encentran con los restos de una nave del espacio exterior, que por la profundidad a la que se encuentra debe tener miles de años enterrada. Sobrecogidos, todos regresan a la estación con más dudas que respuestas, lo que los sitúa ante una dura verdad: alejados de la civilización, rodeados por un medio agreste, sin elementos suficientes para solicitar ayuda ni aprovechar su hallazgo; el grupo enfrenta solo con una amenaza de otro mundo de la que solo comprenden plenamente una cosa: puede aniquilarlos. De este modo, comprendido el peligro que enfrenta la expedición entera, una amenaza más se agrega a la adversidad: una infección extraterrestre y el peligro de contagio que supone para los scouts gringos. El Dr. Blair descubre la capacidad mimética de sobrevivencia del alienígena carbonizado, así como la alta probabilidad de que un miembro de la expedición sea portador de una forma de vida que asimila las formas con las que tiene contacto y las transforma en un hibrido de características desconocidas. Esta información es mostrada al espectador en imágenes de computador que el doc observa abstraído, lo que significa un giro en la información la que el espectador sigue la trama de la historia, ya que tendrá más información que los protagonistas de la película, por tanto su atención se concentra en seguir las acciones que revelaran el hecho a los expedicionarios; una irrefrenable cadena de sospechas seguida de la aniquilación de la mayoría de los miembros del campamento, a manos de sus desesperados compañeros, así como de abominables alienígenas tan letales como irreales en sus formas corpóreas. En conjunto, estos mecanismos narrativos agregan a los elementos de misterio una sobrecapa de adversidad que lleva a observar como los protagonistas enfrentan la violencia del caos que produce la deshumanización del otro.

 

 

 

The Thing forever

 

 

Finalmente, el clímax de la película se resuelve de acuerdo a los cánones del genero de ciencia ficción clásica: una vez identificada plenamente la amenaza otrora latente, los pocos sobrevivientes al caos producido por la amenaza alienígena, la enfrentan sin cuartel hasta aniquilarla, sin embargo, al igual que es común en las películas de horror no hay un happy ending, sino un desenlace agridulce: MacReady y compañía pese a destruir la amenazante otredad alienígena y salvar al mundo de una implacable infección que consumiría la civilización en seis meses, terminan expuestos al frio antártico, sin cosa duradera que celebrar ni disfrutar.

 

Sin lugar a dudas, existen sobradas razones para disfrutar de éste treintañero, The thing, una pieza maestra de horror cientifizado, una cinta de ciencia ficción que trasiende el generos y formas narrativas del miso, para expresar la violencia y horror que el contacto con el otro puede llegar a generar en ambientes y situaciones adversos. Al final de cuentas, el ingenio humano no se escapa de la violencia inherente en toda producción humana, en el que la conquista de espacios y otredades que median para alcanzar la sobrevivencia y el éxito de las empresas del hombre.

 


06.12.12



Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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