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La Idiocracia en el presente

por Andrea Grain Hayton
@G_Rain_

Hoy en día existe un porcentaje de personas que hacen una recapitulación del no tan prometedor destino de la humanidad y, asustados, llegan a la resolución de que dejar hijos en este mundo sería una irresponsabilidad. El cineasta Mike Judge también se lo plantea, pero él llega más allá al suponer que otro extracto de la humanidad, los menos sensatos, seguirán reproduciéndose dejando la crianza de los niños a aquellos que no fueron “conscientesâ€. El futuro apocalíptico que plantea en Idiocracy (2006) es resultado de esto, la sociedad del idiota.

Luke Wilson interpreta a Joe Bauers, un ciudadano promedio en todos los aspectos, lo que lo hace el candidato perfecto para un experimento ultra-secreto del gobierno en el que es puesto en hibernación, supuestamente por un año. Sin embargo, debido a un pequeño error humano despierta 500 años después, en un futuro donde el IQ de la población ha descendido de manera alarmante, haciendo de Joe el hombre más inteligente sobre el planeta Tierra.

Mike Judge, director de la película de culto Office Space (1999) y creador de Beavis & Butt-head, trae esta sátira de ciencia ficción que hace una crítica al presente, llevando el absurdo de la sociedad norteamericana al extremo. El consumismo, la falta de educación, la sexualidad como producto y la hegemonía corporativa son notoriamente acentuados en la idiocracia.

Joe se ve atrapado en una sociedad donde el lenguaje se reduce a balbuceos, escasas palabras e insultos, engendrando una comunicación casi nula; donde la película más taquillera consiste en un trasero que suelta gases durante 90 minutos, encima gana todos los premios de la academia, incluyendo mejor guión. Un lugar donde toda fuente de agua potable, exceptuando la del excusado, ha sido monopolizada por una marca de bebidas energéticas llamada Brawndo, que presume tener “electrolitos†como slogan, a pesar de que nadie sepa qué es un electrolito. El mundo de hoy no está alejado de eso: ya es casi imposible conseguir agua para beber si no es de cierta marca embotellada; las películas más taquilleras no suelen ser muy brillantes y el slang cotidiano, visible en las redes virtuales, no ha favorecido al lenguaje.


La aparición de marcas conocidas nos pone en un ambiente presencial; como Starbucks, que se convierte en una industria de satisfacción sexual al momento; Costco adquiere las dimensiones de una ciudad entera, al punto de ser necesario un metro dentro de la tienda y es al mismo tiempo la más prestigiada universidad; un personaje añade al final de todas sus frases “traído a ti por Carl´s Jr.†ya que esta corporación le paga cada vez que lo dice, y ninguna vestimenta se salva de traer publicidad, como los uniformes de cualquier atleta el día de hoy.

Es un futuro en crisis y colapso económico. Las personas ya no pueden pensar en cómo solucionar su situación, ya no pueden pensar en nada, son entes incrédulos de miradas vacías que si han sobrevivido ha sido por su instinto animal disfrazado de consumismo. Después de hacer a Joe un examen de IQ el presidente de los Estados Unidos, Dwayne Elizondo Mountain Dew Herbert Camacho, lo convoca esperando que, al ser el hombre más inteligente, pueda resolver todos sus problemas. Joe se encuentra con que la política es meramente un espectáculo y la Casa Blanca está de cabeza. Dicho presidente es campeón de lucha libre y estrella porno; da el informe presidencial cantando, adornándose con un desfile en motocicleta. Un “presidente de telenovela†se podría decir, nuevamente advirtiendo lo cerca que está el presente de la realidad que traza Judge.

Idiocracy pone sobre la mesa temas que podrían incomodar a varias corporaciones y pseudo-culturas, pero la polémica nunca llegó a darse ya que hubo una notoria negligencia en cuanto a su promoción por parte de los estudios. Cuando el realizador terminó el filme, la Fox decidió posponer su estreno indefinidamente. No hubo trailers, ni publicidad, ni conferencias de prensa. Estuvo más de un año en espera hasta que finalmente el 1 de septiembre del 2006 la exhibieron en pocos cines en sólo seis ciudades de Estados Unidos. Aun así, obtuvo buena recepción por quienes pudieron verla, principalmente vía internet, teniendo en cuenta que en 2006 la difusión virtual no era tan extensa como ahora. Incluso Robert Koehler, crítico de cine, dijo que tanto Mike Judge como la película fueron desprestigiados por Fox y que era de las pocas comedias del año que exponía valiosas ideas. Ni Fox ni Judge quisieron dar entrevistas al respecto.

La película tiene sus fallas: brotan algunos chistes gastados, hay detalles ciertamente inverosímiles y los efectos especiales se aprietan ante el poco presupuesto, pero esto no le quita sus verdades. Idiocracy puede pasar por una “película dominguera†pero trae de fondo una cruda crítica a una sociedad dominguera. Algunos eligen el drama y la seriedad para quejarse de la decadencia de la humanidad, Mike Judge se inclina por la comedia y ha acertado.

Tal vez Idiocracy fue acallada por ser una sátira a la disgenesia intelectual o por la burla que hace a la sociedad corporativa, consumista y al gobierno como espectáculo, o porque presenta un futuro más real del que muchos se imaginan. El cine americano explota por montón a los personajes tontos pero cuando Judge hace una crítica directa a ellos resulta incómodo. Basta con observar nuestra actualidad para darse cuenta como la idiocracia cobra vida.

Colaboración cortesía de Ipso Facto.


20.06.13



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