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Agnès Varda, testigo

por Adriana Marusia

 

El cine no sólo es una ficción, además es una realidad. Sobre esto, la veterana Agnès Varda (Bélgica, 1928) afirma que en el caso del documental la realidad que se registra tiene algo de ficción, de misterio, de milagro y de azar. Bajo esta perspectiva, Varda ha sido fiel a su postura e intuición artística, por ello ha obtenido el reconocimiento y el aprecio tanto de la crítica como de los espectadores. Aunque más aplaudida por sus documentales, esta cineasta —la única mujer que perteneció al movimiento francés de la Nouvelle Vague/Rive Gauche— también ha realizado cortometraje, largometraje, fotografía e incluso videoinstalación. En cuanto a la diversidad de temas que ha abordado en sus registros fílmicos, realizados desde los años cincuenta, muestra con el paso de los años más ingenio, intervención y experimentación.

Varda menciona que el azar es esencial para ella, ya que es su primer asistente al comenzar un proyecto audiovisual. Por ejemplo, en el documental Los cosechadores y yo (2000), la cineasta encuentra unas papas con forma de corazón que capturan su atención por algunos segundos; les hace un acercamiento y las observa detenidamente. Esta contemplación tiene una relación con la cosmovisión panteísta que tiene la cineasta del mundo, donde los objetos naturales establecen una aproximación de atmósferas metafóricas y explícitas en sus filmes. Es decir, la contraposición es una huella recurrente en sus trabajos. En el caso del documental antes citado, la cineasta deja muy claro que no sólo se espiga o se pizca comida, sino también objetos. Así como no solamente se recolecta por necesidad, sino por placer.

De otro modo, los paralelismos se hacen evidentes en Daguerrotipos (1975), ya que si bien el título transmite la idea de un recorrido histórico de los primeros experimentos en la fotografía, más bien el documental retrata la cotidianidad de la calle Daguerre de París. Conforme las personas narran sus historias, hay un momento estéticamente magistral que recae en el modo en que filma, enfoca y captura el rostro de una anciana de mirada vaga. Esto resulta toda una suerte de reelaboración fílmica en la que el encuadre del rostro-imagen deviene en una fotografía, casi en una pintura.

La descripción de pinturas, las composiciones de los planos de rostros, de gatos e incluso de los autorretratos de la propia vejez de la artista trazan, no sólo un experimento narrativo, sino un interés por las expresiones visuales o artes plásticas. Este contenido es frecuente en sus películas y lo proyecta en Mur Muros (1981) o también conocido como Murmullos (traducción fonética del título en francés Mur Murs). Las historias de los grafitis y de sus creadores son el eje central del documental; los murmullos que hay detrás de una infinidad de pintas que transmutan en una enorme y bulliciosa galería callejera de la ciudad de los Ángeles.

Por otra parte, en su largometraje Sin techo ni ley (1985) hay una fusión de técnicas cinematográficas. La voz en off de Varda, aunada a los testimonios de aquellos que conocieron a la protagonista del filme, ofrece un tono empírico a la narración. La temática de este largometraje documental expone la contraparte de la libertad que la protagonista lleva a cabo en su vida durante el relato.

Entre otras de sus películas están los largometrajes La Pointe-Courte (1954), Cleo de 5 a 7 (1962). Los documentales Elsa la rosa (1966), Réponse de femmes: Notre corps, notre sexe (1975), Las playas de Agnès (2008). El cortometraje Les fiancés du pont Mac Donald ou (Méfiez-vous des lunettes noires) (1961), por mencionar sólo algunos.

Al igual que Balzac pero en el celuloide, Agnès Varda ha dejado un testimonio de la sociedad francesa. Por supuesto, su labor cinematográfica ha ido más lejos, gracias a que se trata de una artista que se interesa en los hábitos de la multiculturalidad, en los contrapuntos disfrazados de cotidianeidad; por ser una cineasta que busca generar la reflexión a través de lo poéticamente imperceptible que su mirada devela de lo literal.

 

04.02.15

Adriana Marusia


Literatura, cine y traducción. Lacónica por excelencia.....ver perfil
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