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Viento negro

F.I.L.M.E. presenta algunas viñetas poéticas sobre una gran película mexicana, un experimento literario que quiere dar una nueva voz a la crítica de cine; una voz nerviosa, estimulante, que tiene como lema que el cine debe generar emociones, debe estar vivo y despertar a la conciencia desde lo irracional.


“Tengo tres razones para vivir: mi hijo, partir este maldito desierto y tu amistad.â€

Manuel Iglesias


-Bajo la soberbia dirección de Servando González, Viento negro (64) es una de mis películas imperdibles. Con guión de Rafael García Travesí y el mismo González, basado en la novela El muro y la trocha de Nino Martini, este filme nos ofrece un paisaje color arena seca lleno de luz y nos cuenta acerca de la determinación de un hombre que quiere cumplir la promesa de volver.

-David Reynoso (inolvidable y genial) en el papel de Manuel Iglesias, representa al hombre de carácter forjado por un pasado doloroso, imposible, sublime y eterno, como el desierto mismo. Contrasta con su hijo que intenta recuperar su afecto, una relación fracturada por los deseos de la madre. Las voces atormentadas pesan más que lo tangible y la humillación hostil será un “te quieroâ€. Emociones contrastadas con hombres fuertes, trabajadores, mujeres y alcohol para calmar la sed del cansancio y el hastío. Lente y cámara harán su danza para llevarnos al sentimiento de impotencia e ignominia.

-Todo es búsqueda del débil para encontrar su fortaleza bajo el viento negro que no perdona, y un desierto de Altar que huele a muerte. De tormenta se cubrirá el hombre en la demostración de amor más grande, revelando la última pieza del rompecabezas: una agenda logrará la meta y será despedida.

-En medio del júbilo, bajo el cielo sonorense: una cruz, solemne construcción de un sueño y la pérdida de un hijo.

-Camino hacia el desierto para encontrar la muerte, un niño huérfano casi mudo irrumpirá en llanto con un grito guardado no a la muerte, no al adiós, no al dolor.

-Cada gesto y cada arruga en los rostros es precisa en tono a la esencia de los personajes, convirtiéndola en una interpretación que llega al estado orgánico más puro.

-Estructura dramática característica no solamente del cine, sino de la literatura mexicana, el drama también se vive y se respira a lo largo de la historia de este país, presente, emotivo, tierno y violento.

-El sonido de una campana concede un himno de nueva vida, Manuel corre de la mano de su nuevo hijo sobre las vías del tren: muerte y reconciliación.

-La risa ahogada del niño despertará el último aliento concediendo fe. El humo ascendente a la locomotora sabrá a poesía, abordarán un viaje, en medio de la nada,en medio del fin.


19.06.12

Veronica Ramirez


@vehuitz1
Realizadora, guionista lunar en el arte y oficio del movimiento.....ver perfil
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