por Carlos Rgó
What do you want the audience to experience?
Ben Rivers: The spell of cinema
Cuando vemos, no hablamos; cuando hablamos, no vemos. En esa dinámica, palabra e imagen intercambian motivos y capturan por momentos a la naturaleza. El paisaje que rodea al personaje potencializa la reflexión gracias a la comunión entre elementos naturales: agua-fuego, luz-sombra y silencios ensordecedores, que confabulan un conjuro que sirve para alejar la oscuridad, como pretexto para contemplar la oscuridad misma. Son una suerte de “niveles de existencia” decía Ben Russell, uno de los directores de la película, en la sesión de preguntas que tuvo ayer con motivo de la proyección de A Spell to Ward off the Darkness, y continuó: “trasladar el pensamiento de eso que llamamos sublime, a espacios de relación humana”. El acto de contemplar conjuga en torno a la oscuridad: imagen, palabra y sonido, todo en un hechizo que recorre las venas de un personaje sin nombre.
Hay tres momentos/espacios en la vida del personaje protagonista: En medio de una comunidad neo-hippie que vive en una isla de Estonia, entre plática, siesta y rostros diurnos; en un desierto del norte de Finlandia, donde la soledad grita lo que no posee; y durante una presentación de un grupo de Black Metal en Noruega, con un público que observa atento el sonido.
La experiencia de la narración cinematográfica encuentra la manera de recordar a la mirada como un juego multisensorial que invita a penetrar en el optimismo oscuro que Ben Rivers y Ben Russell se encargan de editar y dirigir. En una entrevista que les hacían a los directores, les preguntaron si la película podría funcionar como una definición poética del propio cine. Rivers fue claro al decir que sí, que “el fuego era el primer cine”. Russell dijo: “El cine es el tema y el vehículo. Aquí el cine es la utopía […]”[1]. Esa utopía traducida al lenguaje de Rivers y Russell exige un reclamo a los sentidos del espectador para captar lo que Kant alumbró con sus investigaciones sobre lo sublime: “En el sentimiento de lo sublime, se produce en nosotros un objeto grande por sobre toda comparación, a su vista nuestro espíritu se siente como elevado o engrandecido, como si en nosotros se despertara un esfuerzo interior que nos impulsa hacia lo alto, pero a este anhelo de elevación le sigue inmediatamente un sentimiento de especial tensión e impotencia, al observar que esa inmensa grandeza supera nuestras capacidades”.[2]
Lo sublime es la visión del poeta que anhela los cielos y busca percibir las causas y los efectos de todo cuanto ha sido y será, esa culminación será negada, pero provocará en el poeta elevarse con la imaginación hasta crear ese mundo distinto. En este caso, gracias a los realizadores, la imaginación crea un mundo de imágenes que evalúan la naturaleza humana de un personaje que en intervalos de palabras, imágenes y sonidos encuentra un mundo.
* Dar click aquí para revisar las funciones de este filme en FICUNAM.
02.03.14
[2] Granja, Dulce María. “Estudio preliminar”, en Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime. FCE: UAM: UNAM, México. 2004. LIV.
@Rgock
Con estudios en Letras Hispánicas y FilosofÃa, se interesa por las artes plásticas y el cine. Actualmente escribe una tesis sobre literatura mexicana del siglo XX y cursa un seminario sobre teorÃa y crÃtica para abordar la imagen y las prácticas fotográficas.
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