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Las mejores películas de 2014 parte I

El año termina y como costumbre pasamos revisión a los hitos de la temporada que llega a su fin, sea en un ámbito personal o sea en algo tan (in)tangible como lo es una muestra artística. Así, mientras preparamos el conteo de nuestro equipo para decidir cuáles fueron nuestros filmes favoritos del año, damos a conocer el Top 10 según los lectores de esta revista digital, decididos gracias a la encuesta publicada hace unos días y que tuvo como base los estrenos oficiales en México durante todo 2014.

Vale la pena mencionar que hay filmes que quedaron fuera del récord precisamente por la razón de los lanzamientos en cartelera, los cuales llegan a cuentagotas o con diferencia con respecto al mercado internacional (sin mencionar las películas que nunca tienen su presencia de manera oficial en los cines de nuestro país). Dicho lo anterior, aquí van lo mejor del año en gusto y opinión de usted.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10 Joven y bella (Jeune et Jolie, François Ozon, 2013)

Con un argumento que podemos situar a mitad del camino entre Ellas (Szumowska, 2011) y Sleeping Beauty (Leigh, 2011), Ozon desarrolla una película que recorre veredas, curvas inesperadas y miradores fílmicos, a los cuales en momentos regresará o en otros los cambiará, todo para tener la experiencia de una sensualidad adolescente de la mano de Marine Vacth, su protagonista, quien no solo es joven y bella como el título del filme ya nos anuncia, sino que se encuentra en apariencia perdida o mejor dicho fuera de sí misma tras un encuentro sexual en las vísperas de su cumpleaños número 17, para después buscarse a través de otra exploración por el control de todo su mundo físico y la búsqueda también por ejercer cierta clase de poder sobre (sí misma claro está y en) los hombres.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9 Relatos Salvajes (Damián Szifrón, 2014)

Basta una chispa, un insulto en el semáforo, una infidelidad, una grúa que se lleva nuestro automóvil u otro estímulo parecido para que cualquiera de nosotros comience a planear un homicidio dentro de la mente. Todos hemos secuestrado, aventado muebles, cacheteado y gritado en nuestras ensoñaciones de venganza, que ocurren en esas décimas de segundo que hay entre el momento en que nos agreden y el instante en que nuestro autocontrol se pone en marcha.  Y lo único que hace Szifrón es tomar esas fantasías de desquite y hacerlas realidad en pantalla, por medio de un compendio de cortometrajes que ha reunido a más de 3 millones de espectadores en las salas argentinas desde su estreno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8 Sólo los amantes sobreviven (Only lovers left alive, Jim Jarmusch, 2013)

Jarmusch está creando desde el cine narrativo, por supuesto, pero va más allá de relatar una historia y se centra no en ello sino en las sensaciones y experiencias que van a causar los pensamientos de los personajes. Acá no hay conflictos dramáticos a resolverse, no existe un arco dramático como al que nos tiene acostumbrados el “cine veraniego”; la película contiene más un ensayo que un argumento. Only lovers left alive es la manera perfecta en que el rock, el mundo vampírico, los psicotrópicos y la literatura tenían que unirse en el séptimo arte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7 La gran belleza (La grande belleza, Paolo Sorrentino, 2013)

Tras revelar a una ciudad en ruinas, surgen dos preguntas, tanto para el espectador como para el protagonista: ¿dónde reside, pues, la belleza? ¿Dónde está ese esplendor forjado durante siglos? Jep no lo sabe con certeza, pero de lo que sí está seguro es que la belleza no está en el botox desbordante de los rostros de las modelos, funcionarios, empresarios, aristócratas y hasta clérigos —a quienes se acerca en busca de una ayuda espiritual, sin obtenerla, justo como Guido Anselmi—; la belleza tampoco está en los artistas huecos del nuevo performance o en los escritores de novelas panfletarias subsidiados por partidos políticos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6 Ella (Her, Spike Jonze, 2013)

La reflexión va más allá de una querella contra la tecnología. El relato aprovecha de esto para hablar sobre la imposibilidad de las relaciones, su deseo y su realización fallida en una era en la que el sujeto contemporáneo, vacío por el excesivo goce de consumo de estímulos de todo tipo, es que se recrea, cambia constantemente, amplía sus horizontes para deshacerlos al momento y quedarse sin certezas.  Theodore está recién desmatrimoniado, su vecina Amy pasará por algo muy similar, la inteligencia de Samantha evoluciona a cada segundo; en algún momento del filme se dice: “Era hermoso crecer juntos, cambiar juntos, pero ahí es la parte difícil, cómo crecer sin distanciarse, como cambiar sin asustar al otro”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5 El lobo de Wall Street (The wolf of Wall Street, Martin Scorsese, 2013)

Scorsese le echa el ojo a una organización bastante sui géneris en el corazón de la cultura norteamericana, el consumismo crudo, la bestial compra/venta de todo lo posible, bien reflejado por Wall Street, en la eterna ciudad-madre de este cineasta: Nueva York. En ese tono, el director se regodea en la incorrección política, casi cual edípica relación, con lo que Estados Unidos ama de sus personajes célebres a partir de la vida novelada de un Jordan Belfort real, quien en su deseo (que obviamente cumple) de volverse asquerosamente millonario, pasará por toda droga posible (dólar incluido) al mismo tiempo que se dejará llevar por la más exclusiva vida hedonista que el dinero pueda pagar. Un pequeño tour por los infiernos... desde primera clase.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4 Tom en el granero (Tom à la ferme, Xavier Dolan, 2013)

El sometimiento malsano funciona como una seducción al revés, malvada, enferma a rabiar, atrapante, arrasadora, sañosa, masoquista, deteriorante y degenerativa, no demasiado lejos del apasionamiento físico y la poderosa e invencible fascinación que a sabiendas de su carácter destructivo/autodestructivo unían al joven héroe a su ocasional sexosatisfactor macho psicótico asesino en El extraño del lago (Guiraudie, 2013), su análoga o alternativa obra maestra si bien ahora meramente mental y territorial, pero como una seducción al fin y al cabo, y como tal poderosa e imposible de romper, ejercida en la total inermidad, contradictoria, operando un perturbador descentramiento axiológico y haciendo presa fácil de las carismáticas criaturas más elementales a los seres sofisticados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3 La vida de Adèle (La vie d’Adèle - chapitres 1 et 2, Abdellatif Kechiche, 2013)

La vie d’Adèle nos recuerda que la cinematografía es una manifestación joven —acaso adolescente—, fértil y obligatoriamente curiosa, que con tenacidad se ha forjado, cuadro por cuadro, una identidad propia que tiende con eficacia a lo narrativo; es cierto que por momentos parece dirigirse hacia la deriva y desbocarse en su camino, quizá porque, como a todo joven, la seduce el consumo y el artificio; pero no olvidemos que su inquietud de exploradora es la que nos ha regalado memorables instantes frente a la pantalla, como si el cine volviera triunfal de un cansado viaje para contarnos historias oceánicas y mostrarnos las joyas encontradas en un galeón hundido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 El gran hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel, Wes Anderson, 2014)

Países inexistentes de Europa del este, castillos medievales, hoteles de lujo y un cuadro del renacimiento. La estética de los espacios es suculenta y delicada en todo detalle, es romanticismo puro, el espacio lo confirma y la narrativa nos lo ofrece abiertamente. M Gustave, el concierge, es la figura de un ideal de la caballería, el cual enaltece la lealtad, la cortesía y las buenas maneras, que se dirige con poemas a los trabajadores del hotel (los cuales comen apresuradamente mientras esto sucede) y que posee su propia sociedad secreta que protege y conserva sus preceptos, así como a sus miembros: la sociedad de las llaves cruzadas. Gustave se sabe fuera de lugar, lo sabe así también Zero cuando lo rememora, la época a la que aspira y en la que se inspira terminó hace mucho, probablemente solo existió en la mente de quienes lo soñaron posible.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Birdman: o la inesperada virtud de la ignorancia (Birdman, Alejandro González Iñárritu, 2014)

La película es protagonizada por alguien que pasa al mundo como un superhéroe retirado. Nada mejor que una etiqueta que remplace al nombre. Riggan Thompson sufre de algo que acuño como “el mal del chicle”: un actor que se transforma en héroe, querido por la cultura popular y que inevitablemente explota para nunca más “pegar”. La vida de la farándula se mide en número de veces que se puede saborear la misma golosina. Thompson planea dar paso al mundo del teatro, donde las frivolidades de la crítica y de su entorno definen su personalidad.

 

27.12.14

Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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