Cuánto más personales las películas, más nos cuentan acerca del país en que se realizaron.
Rainer Werner Fassbinder
por Viridiana Marín
Relatos iraníes es la película con la que la directora, pionera del cine iraní femenino, Rakhshan Bani-E'temad regresa al cine, tras ocho años de no realizar filmaciones. Originaria de Teherán, su trabajo se interesa por la realidad social, particularmente su visión sobre la condición de la mujer. En sus filmes aborda problemáticas como la pobreza, la guerra y la crisis económica, política y cultural de su país.
La directora nos adentra en la vida cotidiana de Irán, centrándose en la clase trabajadora de los barrios populares de Teherán. La película contiene un buen manejo del lenguaje cinematográfico, al espectador no le es necesario tener una introducción previa a las dinámicas, códigos y significaciones particulares de la cultura iraní para comprender las historias y a los personajes.
El semiólogo ruso Yuri Lotman explica: “El arte no reproduce simplemente el mundo con el automatismo inerte del espejo: él convierte las imágenes del mundo en significados. Los signos no pueden estar vacíos de significados, ellos tienen que portar información”. Así, Bani-E'temad presenta signos y significaciones de su cultura a través de la información contenida en los cuentos, que aunque se desarrollan en un contexto totalmente distinto al occidental, las situaciones no nos son ajenas.
Bani-E'temad y su co guionista Farid Mostafavi se concentran en problemas que las sociedades padecen o pueden llegar a padecer, independientemente de sus creencias y tradiciones, como la burocracia ineficiente y las formas de administración indiferentes, la falta de empleo en todos los sectores haciendo hincapié en las dificultades a las que se enfrentan personas calificadas para laborar en su especialización, la drogadicción entre los jóvenes marginados y la ausencia de políticas de inclusión, la falta de apoyo a los trabajadores y jubilados del sector obrero, y las condiciones por las que pasan las mujeres que viven en sociedades con un severo machismo.
Los personajes aparecen en primer plano cuando hablan, como si dieran su testimonio a la cámara. La gran parte de escenas se realizan en exteriores, mostrando el Irán contemporáneo, por episodios que cuentan desde la historia de un taxista que tiene que trabajar en el oficio para mantener a su familia, las vicisitudes que enfrentan trabajadores que han sido despedidos sin una indemnización y tienen que reclamar sus derechos en un país donde está prohibido agruparse, la historia de un documentalista que quiere dar voz a los afectados, la violencia a la que se enfrentan las mujeres a consecuencia del machismo y las severas condiciones del matrimonio, y la represión hacia los jóvenes por protestar y sostener una ideología.
Relatos iraníes es un fresco de las problemáticas sociales actuales, y ganó en 2014 el mejor guión de la Muestra Internacional de Cine de Venecia.
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08.07.15