por Alí López
Desde el cono sur, muy en específico de la caliente tierra brasileña, llega a México, gracias al Festival Macabro, Condado Macabro (André de Campos Mello y Marcos DeBrito, Brasil, 2015) cinta que se dedica a homenajear a las cintas de principios del Siglo XXI que se dedicaron a homenajear a las cintas de asesinos de los 70 y 80; una copia llena de clichés, un Serie B prefabricado, tropicalizado y puberto.
Un grupo de jóvenes acuden a una lujosa casa en medio de la selva amazónica, buscando pasar el mejor de sus fines de semana. Sin embargo sus planes se verán frustrados por un par de payasos callejeros, con severos problemas económicos, en búsqueda de remediarlos. Además de una pareja de asesinos que buscan saciar el apetito feroz que les corroe las entrañas; apetito que suele calmarse con carne humana. Así, el terror se convierte en una comedia de puertas, en un slasher de gatos contra ratones y en una telenovela de corte juvenil con muchos, pero muchos chistes sexuales.
Los personajes juveniles son pintorescos, sin mayores pretensiones; sirven para divertir y ser asesinados. La chica que sobrevive al final está presente, al igual que el chico libidinoso y el patiño humano. Todos están a punto, todos fomentan risas, creando también cierta empatía, necesaria para cuando sean asesinados y la sangre cause algo más que asco. El problema está en los villanos, los asesinos son más que predecibles, y por mucha estética interesante que tengan, no dejan der una copia bastante charra de los ya conocidos asesinos cinematográficos. Los payasos, que están en el limbo de los buenos y los malos, son los personajes más interesantes. Parece que caerán en el cliché del payaso terrorífico, pero terminan por no ceder, al contrario, su rutina cómica dota de una interesante textura a la película; son la válvula de escape cómica, al mismo tiempo que son corrompidos por la maldad que los rodea, y en ellos, en su muerte y/o supervivencia, está el mensaje final de la cinta ¿Es el mal inevitable?
Todo en la cinta es plástico, prefabricado; emulación digital de lo orgánico. Viñetas estilo Instagram para dotar a la imagen de una nostalgia de bolsillo; sangre virtual mezclada con sangre Kool-aid que lo mismo da risa que asco; y un guion estructural que es una calca de los 20mil guiones anteriores de la misma temática, salvo por la condición de estar escrito en portugués. Pero también hay algo que se repite en este filme, como en tantos otros, su funcionalidad. Sí, como las películas de superhéroes, todas iguales, este slasher, tan similar a tantos, logra su principal cometido: divertirnos. El terror aparecerá sólo si no has visto jamás una cinta de este tipo, aunque en la sala de cine hubo algunos gritos. Lo grotesco cumple su función, ni tan vomitivo, ni tan escueto. Pero las risas, los codazos, cuando identificas alguna situación con algún amigo, y los festejos y vitoreos a los logros juveniles caen a raudales, ¿por qué? Porque ese fue el propósito de los directores; el terror ya no es sólo para estremecernos. El mismo guion lo puntualiza, hay dos tipos de historias, las de terror y las grotescas, esta es una de las segundas, sólo busca exaltar ciertas emociones y sensaciones en algunas escenas, no vive del eterno suspenso, como en la primera categoría. Y el mismo guionista (Marcos DeBrito) también no los comenta; “sino le gusta la historia, contrate a un guionista”, así, directo.
Condado Macabro es una cinta festiva, brasileira, cómica, inverosímil y de altas referencias a las experiencias (frustraciones) sexuales de la juventud. Juega con la promiscuidad, con la poca inteligencia, con los roles de género y los estereotipos. Hay sangre, risas, alcohol y sexo. Una cinta para ver rodeado de amigos, con mucho refresco y palomitas. Hay situaciones en el guion que se pueden prestar al análisis concreto de la política latinoamericana, así como de la doble moral social de este lado de planeta; pero en el último cuadro, de apenas 3 segundos de duración, está la tesis final de la película; por fin vemos lo que tanto deseamos (sí ¡senos!).
26.08.15