por Elizabeth Limón
Como cada año, las piezas visuales que DOCSMX trae nos invitan a dirigir nuestra mirada a diversas problemáticas sociales que son invisibles para la mayoría; temas y tramas que se tejen en comunidades alejadas o en zonas específicas nos muestran tesituras humanas que exponen nuestra propia vulnerabilidad. La belleza expuesta en estos documentales se nutre de vivencias complejas donde los sujetos se involucran en busca de un cambio o meramente son parte de un ejercicio de observación de la realidad. Sea cual fuere la forma en que el documental se confeccionó, podemos ver en ellos un reflejo de nuestra propia natura, sobre todo en las búsquedas incesantes de cada una de estas figuras por convertirse en un agente de cambio.
Cuando los vínculos fraternales se difuminan: La Laguna
El director Aaron Schock —quien previamente había incursionado en el género documental con Circo (2010), cinta que expone la vida errante de una familia de cirqueros en un México que cada día está menos habituado a asistir a esa clase de entretenimiento— ahora se embarca en un viaje a Puerto Bello Metzabok, una localidad ubicada en Ocosingo,Chiapas. Ahí, realiza un retrato de Yu'uk, un niño maya que vive una vida demasiado natural, algo poco habitual para el espectador moderno pues en aquel lugar tan cercano a la naturaleza, el tiempo parece haberse detenido.
Tanto Yu'uk como José —su hermano menor y aprendiz— ven en la recolección y la caza su medio de supervivencia, aprecian la tierra en la que moran y veneran a los dioses que cohabitan con ellos; pero el mundo actual es cruel con los que son diferentes a todos, por lo cual existen evidentes problemas que condenan tanto a Yu'uk como a su comunidad a vivir en el exilio o incorporarse a la modernidad.
Sin espacio para una verdadera coexistencia, La laguna (The lagoon, Estados Unidos, 2015) nos sitúa detrás del lente observador de Schock, es desde ahí que vemos las vicisitudes a las que se enfrentan estos grupos al aprender una lengua distinta a la suya y cómo debido a ello existen diversos problemas de comunicación que pueden afectar incluso su salud. Como en todas las zonas donde impera la pobreza, la movilidad por necesidad se hace presente para buscar una mejor fuente de ingreso, por lo que en un arrebatador momento somos testigos de la transición de la infancia hacia una edad adulta: Yu'uk debe alejarse de su entorno familiar, viendo cómo se esfuma la estrecha relación que mantenía con su hermano y el inevitable momento de aventurarse a un mundo que no es nada parecido a lo que él conoce.
El largo viaje: Freightened. El precio real del transporte marítimo
Al inicio de la cinta, el documentalista Denis Delestrac cuestiona al espectador con una sencilla pregunta: "¿Los escaparates -aquellos donde observamos hermosos objetos- son tan transparentes como parecen?" La realidad es clara, la mayoría de las personas no observa las etiquetas de su ropa si no es con el fin de saber qué tipo de lavado necesita, pero detrás de aquel Hecho en... hay una industria invisible que se encarga del transporte tanto de prendas, como de equipo electrónico e incluso de drogas y armamento. El auge de la industria de navegación marítima aumenta día tras día y con ella la adquisición de objetos más económicos que impiden que como consumidores, nos cuestionemos tantos los costes ambientales como las vidas humanas que se pierden en cada uno de esos viajes.
Pese a todas las contradicciones que albergan estas grandes bestias de metal, es indispensable el sistema de transporte marítimo, pues estos modernos caballos de Troya -cuyo contenido es desconocido incluso para el capitán del navío- poseen la llave para evitar tanto una catástrofe ambiental como naufragios innecesarios. Y el documental Freightened (España-Francia, 2016) hace gala de eso, no se trata de una cinta que condene y exhiba, sino de un razonamiento que plantea soluciones y que retrata de manera objetiva a cada uno de los actores que cumplen una función dentro de esa larga travesía que finaliza con el consumidor, proponiendo a este como uno de los pilares principales que mediante la información necesaria, realiza un consumo inteligente. Este trabajo puede parecer uno de tantos filmes ecologistas que nadie se molesta en ver, pero teniendo en su esencia una verdadera propuesta hacia el cambio, se convierte en un documento que puede cambiar la perspectiva de consumo de algunas personas.
Resurgiendo de las cenizas: Próxima Estación. Utopía
“Crisis económica en Grecia”, ese era el encabezado de las noticias alrededor del mundo durante varios días. Después, nada. Grecia sólo es un tema que poco a poco va cayendo en desuso. Pero es justo en el olvido, que aquellas personas que siguen viviéndolo diariamente resurgen, como sucede con la sociedad cooperativa VIOME, quienes después de ser desalojados de la fábrica dónde laboraban —debido a que ésta termina en bancarrota— retoman el lugar y deciden autogestionar aquel recinto. Con conocimientos básicos e incluso nulos, inician una empresa dedicada a los productos de limpieza naturales, volviendo la mirada de diversos países nuevamente hacia allá. Recordándoles que los conflictos de ese país aún están latentes y que depende de sus habitantes restablecer un orden legítimo.
Lamentablemente, ese halo utópico solo es hermoso cuando se plantea, al momento de ser llevada a cabo surgen diversos conflictos que Próxima estación: Utopía (Epomenos stathmos: Outopia, Grecia, 2015) no teme ocultar; problemas internos debido a los distintas personalidades de los trabajadores, intereses políticos que solo se aprovechan del momento, desajustes económicos y diversas dificultades que se suscitan al erguir una sociedad cooperativa. Pero hay una luz al final del túnel, al menos eso intenta decir Apostolos Karakasis en su documental, pues es gracias a movimientos como éste, que se sigue en busca del resurgimiento -al igual que el ave fénix- de un nación que aportó tanto a la humanidad.
20.10.16