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Fernando Álvarez Rebeil en Sundance

por Julio César Durán

 

Sueño en otro idioma (México, 2017) del dos veces ganador del Ariel, Ernesto Contreras (Párpados Azules, 2007 | Las oscuras primaveras, 2014) llegó como el único largometraje mexicano participante en Sundance, el certamen más notorio y representativo en cuanto a cine independiente se refiere. Tras 5 exhibiciones que tuvieron lugar en Park City, Utah, dentro de la sección World Cinema Dramatic Competition, el filme protagonizado por Fernando Álvarez Rebeil (Las lágrimas, 2012 | El incidente, 2014) se alzó con el Premio del Público.

El 4° largometraje de Ernesto Contreras, hoy laureado, narra los intentos por rescatar del olvido una milenaria lengua indígena. Martín, un joven lingüista, se dispone a reunir a los dos últimos hablantes de dicho idioma, los viejos Evaristo e Isauro quienes se pelearon hace 50 años y desde entonces no se dirigen la palabra. Convencerlos de hablar una vez más, para tener un registro grabado de la lengua, será el reto. A propósito de su participación en Sundance, charlamos con Fernando Álvarez Rebeil.

 

¿Qué momentos de tu trayectoria han repercutido en el trabajo que realizas?

Soy consciente de que mi respuesta es un lugar común y aun así la daré: creo que nunca fueron las clases el lugar donde más aprendí, sino en la observación y en la práctica. Antes de entrar a la escuela de actuación trabajé como asistente de dirección y de producción en muchos montajes teatrales y actué en un gran número de cortometrajes estudiantiles. Eso indudablemente marcó mi formación. La cinefilia también jugó un papel importante para definir mis gustos y preferencias. Sin embargo, han sido las discusiones con amigos y colegas actores como Harold Torres, Gabino Rodríguez y Francisco Barreiro (así como su obra artística) lo que más repercute sobre mi trabajo en la actualidad.

 

Sabemos que eres originario de Sonora, ¿el estado es un lugar es idóneo para desarrollar talento actoral?

De ninguna manera. Hay que decirlo honestamente: Sonora es un estado cuyas instituciones padecen de un fuerte rezago en cuestión de políticas culturales, así como en el impulso a las actividades artísticas. Existen algunos apoyos, pero definitivamente son insuficientes. El centralismo que caracteriza a este país ha generado muy pocas capitales culturales fuera de la Ciudad de México. Ningún municipio sonorense se encuentra en esa lista y cualquier joven que busque desarrollarse seriamente (y cuente con las posibilidades) se ve orillado a salir de ahí.Aún cuando la danza contemporánea local se ha erigido como un referente importante a nivel nacional en las artes escénicas, el teatro ha permanecido a la sombra salvo en rarísimos casos. Y el teatro en cualquier parte del mundo es el principal semillero de actores. Existen pocas oportunidades: no hay audiencia, ni espacios, ni educación formal que representen una oferta estimulante. Por otra parte, las producciones locales de cine se han empezado a desarrollar desde hace pocos años y sus mejores propuestas han sido de corte documental.

 

Sueño en otro idioma es la única película mexicana que participa en Sundance este año. ¿Qué significa este festival en particular para un actor?

No puedo dar una respuesta tan general porque hay muchos tipos de actores con muy diversos intereses. No obstante, en mi opinión personal, Sundance es un festival que intenta promover el cine independiente (es decir que supuestamente no tiene compromiso con los intereses económicos de los grandes estudios), además de que fue fundado, entre otras personas, por el gran actor Robert Redford. Estos dos factores significan un esfuerzo valioso y me siento entusiasmado de formar parte en esta edición.

 

 

¿Qué encontraremos desde el punto de vista del trabajo que realizaste en Sueño en otro idioma?

Desde el punto de vista actoral, intenté plasmar un comentario sobre algunas acciones “humanistas” de la cultura occidental con relación a las culturas indígenas. Preparándome para esta película, tuve la fortuna de encontrarme con doctos lingüistas cuyo trabajo es similar al del personaje que interpreté. Lo que preferí conservar de esos encuentros fueron sus comentarios de cuán problemático puede resultar querer “rescatar” a una cultura que, en muchos casos, no está pidiendo ser rescatada.  Otro aspecto importante que quise trabajar fue que este personaje nunca se siente incómodo al convivir con las preferencias homosexuales en otros seres humanos. Insertos en una sociedad terriblemente intolerante, me parecía importante hacer una representación del respeto, amor y armonía con que se puede convivir al lado de personas distintas a uno mismo. 

 

¿Crees que Sueño en otro idioma nos habla de un momento específico para México o América Latina a nivel social o político?

Definitivamente sí y a muchos niveles, empezando por el más evidente en la película: el de la desaparición del mundo, lenguas, arte y vida de los pueblos originarios causada por la imposición de una uniformidad hegemónica. En un afán de “unificar al país” y hacer un sólo México, hemos ido aplastando todo aquello que es diferente y forzándolo a encajar en ese modelo arbitrario. Se siguen hablando 64 lenguas en México, pero el gobierno sólo reconoce al español como la lengua oficial. Ese carácter nacional es una farsa, ya que el más bello rasgo de este país es su pluralidad. Por otra parte, la precaria e incipiente conciencia del respeto a la diversidad sexual: México es un país profunda y terriblemente racista, clasista, machista y heteronormativo. La discriminación impera en nuestra vida cotidiana. No sorprende, entonces, la costumbre del abuso, de la opresión y de la corrupción. Se asume como algo “normal”. Así hemos tolerado a nuestros gobiernos ilegítimos y corruptos, así hemos permitido la influencia e imposiciones extranjeras, y así la Historia del país… En grado considerable, Sueño llama a reflexionar sobre quién es uno mismo, invita a reconocerse y aceptarse para poder cambiar como individuos y como sociedad.

 

Estás en un festival dentro del país que está en la mira de todo el mundo… ¿cómo los recibe Sundance?

El recibimiento está siendo particularmente cálido por parte de los organizadores así como de los espectadores. Esta película trata sobre la inclusión, sobre la aceptación, contiene varias historias de amor y hay un público muy amplio que necesita urgentemente sentirse atendido. Además venimos como representantes de México a un país cuyo presidente y buena parte de su población se han empeñado en vapulear. Tal vez esa circunstancia haya influido en que este evento nos acogiera bien. Tal vez haya demasiada corrección política aquí. No lo sé. En todo caso no quiero pecar de ingenuidad. Sundance no es un justo muestreo del resto del mundo, ni siquiera de los Estados Unidos.

 

 

Regresando a la película, “la palabra” es importante para una cultura, ¿cómo te relacionas con la palabra hablada?

Casualmente, en la mayoría de la películas en las que he podido participar he hablado poco y en algunas no he hablado nada. En otras, no había un guión con diálogos establecidos, sino que debíamos improvisar frente a la cámara... Afortunadamente mi experiencia en esta película fue distinta, aunque el peso de la palabra hablada tampoco recayó en mi personaje, sino en los viejos y últimos hablantes de la lengua en peligro de extinción que pretendo investigar. De cualquier forma, en la vida me relaciono apasionadamente con la palabra hablada y, aunque yo no sea muy versado para usarla con espontaneidad y solvencia, disfruto enormemente cuando alguien sí lo hace. A todo esto, estoy muy contento porque recién comencé a ensayar el montaje de una obra de William Shakespeare para estrenar en el teatro próximamente. ¿Qué mejor motivo que un texto suyo para experimentar “la palabra”?

 

¿Qué te llevas personalmente al haber trabajado en Sueño en otro idioma?

La experiencia inmediata que tuve en el rodaje fue apasionante, y no sólo en la acepción noble de la palabra. Las condiciones climatológicas fueron inclementes con nuestros propósitos fílmicos y al mismo tiempo hacían que recordara mi dimensión humana y pequeña en proporción con aquellas fuerzas de la naturaleza. Durante el rodaje, atravesé por una película dentro de mi interior, donde me confronté con atavismos que me han hecho el corazón más duro y la vida más dolorosa. Algunos parecidos a los que viven los personajes, y otros diferentes también. Me llevo esa experiencia de reconocimiento, aunque no siempre lo viví como algo grato ni como algo voluntario.

 

La intención de cualquier película es que se vea por el mayor público posible, pero ¿querrías que alguien en específico la pudiera ver?

En efecto, la intención de esta película es que sea vista por el mayor público posible, pero además tengo la certeza de que ésta en particular reúne las condiciones propicias para que verdaderamente suceda. No obstante, quien más querría yo que viera esta película son aquellas personas que prefieren conservar el statu quo, aquellos que se aferran a un paradigma de exclusión. Quisiera que la vieran los que organizan y marchan “a favor de la familia natural” (quienes casi podría estar seguro de que son mismos que repudian las marchas de protesta contra la desigualdad, la injusticia y a favor de una sociedad más incluyente). Yo mismo quisiera recordar a menudo que participé esta cinta. Nadie aquí está exento de sentir miedo y de odiar.

 

¿Ya existe fecha para verte en este filme en la cartelera mexicana?

Sueño en otro idioma tendrá su estreno nacional en el Festival de Guadalajara en el mes de marzo de este año. Esperemos que siga siendo invitada a más festivales tanto dentro como fuera del país y que consiga una exhibición digna en salas para un público amplio gracias al apoyo de las empresas comerciales. Sería lo justo con éste y con todos los demás títulos nacionales.

 

31.01.17

Julio César Durán


@Jools_Duran
Filósofo, esteta, investigador e intento de cineasta. Después de estudiar filosofía y cine, y vagar de manera "ilegal" por el mundo, decide regresar a México-Tenochtitlan (su ciudad natal), para ofrecer sus servicios en las....ver perfil
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