por Laura Galicia
Imaginar un día completo realizando una sola actividad sin descanso sólo puede ser posible si de dicha actividad depende la vida, o si existe un motivo igual de fuerte que permita lograr ese grado de resistencia: pasión.
Esta película documental dirigida por Tim y Nick Hahne es un acercamiento intenso para experimentar la emoción, el compromiso, el trabajo en equipo y también la presión por la que atraviesa el equipo de BMW durante la ardua preparación que antecede a uno de los mayores eventos automovilísticos del año, la carrera 24 horas en Nürburgring.
Uno de los circuitos más respetados por los pilotos, Nürburgring, el infierno verde, escenario de impactantes accidentes como el del piloto Niki Lauda, más de 200 autos en la competencia, y detrás de cada uno de ellos un equipo conformado por decenas de profesionales coordinados para competir, porque su emblema sea el primero en el podio.
Al rededor de 200 mil aficionados montando campamentos, preparando su propia hazaña para seguir a sus ídolos, torres para tener mayor visibilidad, estar preparados para recibir la noche, la lluvia, el sol incandescente, el viento y la incertidumbre de qué estará pasando del otro lado de la pista.
Es fácil entender que para un seguidor de las carreras, la película es una suerte de obligación y placer casi garantizado, no obstante, para los ajenos a ese mundo no queda a deber. Entendemos de antemano la estructura de un documental y la forma en que nos van sumergiendo en el tema, sin embargo en este caso el final depende, por supuesto, de los resultados de la competencia, lo que le da a la trama una dosis de suspenso y sorpresa por cada evento inesperado durante la filmación.
La necesidad de la "omnipresencia" del director se hace evidente, Tim y Nick Hahne dedicaron un año igual que el equipo protagonista a documentar el proceso. Nos acercan a la vida de los pilotos, al compromiso de los ingenieros y a toda la logística que conlleva un evento de esa magnitud, además de regalarnos increíbles imágenes de las montañas de Eifel y los caminos que conducen hacia ellas.
Alemania es el escenario, el autódromo de Nürburgring la pista en donde todo se definirá, y tanto para los competidores como para el rodaje, las veinticuatro horas son definitivas. Nueve personas (comentario del director) atentas a cubrir todo lo que sucede dentro del coche, en las gradas, con los contrincantes, los dirigentes del equipo, los responsables de monitorear, los pilotos en espera de la estafeta, las condiciones climáticas, sin perder nunca de vista las condiciones del equipo de grabación, todo tuvo que estar preparado para captar cada momento, porque cada momento es crucial.
El trabajo de edición también es meritorio, las secuencias, los cambios de escena y el soundtrack a cargo de Allen Toussaint (Lousiana, 1938-España, 2015) contribuyen a que este documental provoque en más de un espectador la expectativa del siguiente momento y la comprensión, guardando las debidas proporciones, de lo que implica estar inmerso en el mundo de las carreras y el automovilismo.
La película se estrenó en 2011, y sigue siendo un referente vigente e importante en el cada vez más socorrido mundo del cine deportivo.
08.08.17