por Sharely Cuellar
El amor, la moral y la fidelidad buscan coexistir en la relación entre una joven que después de terminar con su novio se apoya en su padre, un profesor de filosofía que vive con una estudiante de la escuela donde trabaja, ella es su amante y tiene la misma edad que su hija. El director Philippe Garrel confronta las expectativas de estos tres personajes y sus correspondientes decepciones como consecuencia.
La trilogía de los celos, que termina con Amante por un día (L'Amant d'un jour, Francia, 2017), se enfocó precisamente en explorar los vicios de las relaciones sentimentales desde la mirada y experiencias del realizador francés. La primera entrega fue Celos (2013) en la que el personaje principal es un actor que se llama Louis y es interpretado por su homónimo Louis Garrel, hijo del realizador francés; La sombra de las mujeres (2015) fue el largometraje que siguió con una historia sobre las decadencias del amor y la fidelidad entre dos documentalistas; y así, Amante por un día culmina con esta tríada que evoca al movimiento cinematográfico de los años 50 y 60 conocido como Nueva ola francesa.
Algunas de las locaciones son plazas, restaurantes y calles comunes, aunque la acción principal se desarrolla en el departamento de los protagonistas, en su intimidad. El blanco y negro, usado sin excepción en la trilogía, evita que el color sea un distractor y esto resalta el manejo de la iluminación. En Amante por un día, los primeros planos son acompañados casi siempre por luz natural y enmarcan la belleza de Ariane, la joven amante del profesor interpretada por Louise Chevillotte, que deleita al espectador a la vez que lo hace empatizar con la ingenuidad del personaje.
Ariane resulta la más valiosa del largometraje porque la fidelidad, que es tan analizada por el resto de los personajes, es algo natural en ella: entiende sus propios gustos y necesidades, reconoce cuando se equivoca, está dispuesta a apoyar a su nueva a amiga y es transparente con el hombre al que ama. El contraste es Jeanne, la hija del profesor interpretada por Esther Garrel quien también es hija de Philippe Garrel, que a consecuencia del desequilibrio emocional por su rompimiento trata de encontrarse a sí misma y recurre a mentiras o actos más extremos para mitigar el dolor.
Los diálogos con relevancia sobre las relaciones, el amor y la fidelidad recaen en Jeanne y Ariane, a pesar de que sea Gilles el profesor de filosofía. Él y su profesión resultan sólo una referencia del pensador galo, Gilles Deleuze, quien dijo que en las relaciones sentimentales muchas veces evitamos el comienzo de éstas porque anticipamos su fracaso; sobre esto, Jeanne menciona que al principio se resistió a enamorarse debido a que presentía que acabaría mal, pero el amor la manipuló.
Deleuze destacó en la obra del escritor Marcel Proust que nadie busca la verdad por iniciativa propia, sino que es el resultado de la violencia o presión sobre el pensamiento cuando sabemos que existe esa verdad. En el filme el profesor representa lo anterior debido a que él y Ariane pretenden estar juntos por mucho tiempo porque realmente se aman, pero también se expone a la verdad cuando trata de comprender que ella es más joven y tiene otras necesidades. Cuando él ofrece libertad, se enfrenta a sus propios límites.
Más que tratarse sobre los celos, Amante por un día regresa constantemente al concepto de fidelidad y es visto desde el juicio moral porque cuando se refiere a amistades, a un padre y su hija, a la patria o a las ideas personales todo parece correcto; pero la amante que habla con la verdad hacia los que le importan, aunque rompa convenciones sociales, es expuesta con desprecio por no saber contenerse como debería hacerlo alguien aceptable.
Parece que en la trilogía de los celos de Philippe Garrel el amor está destinado a fracasar, nunca es tarde para emitir juicios morales, la situación socioeconómica puede ser determinante en las relaciones, la ingenuidad es castigada, la fidelidad es una eficiente prueba de confianza y las expectativas suelen decepcionar porque a veces se exige más de lo que se está dispuesto a dar.
03.04.18