por Gabriela Audelo
El documental Negra (2020) de Medhin Tewolde es un acercamiento al panorama racista que se ha vivido y se vive en México. La película se centra en 5 mujeres afrodescendientes residentes de los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, para reflejar los retos que representa ser una mujer negra en el país, en una sociedad en la que la xenofobia es un problema estructural: una colectividad desaprueba sus identidades.
Negra retrata la fuerza de las mujeres afrodescendientes y el orgullo que representan sus raíces, las libera de los estereotipos en los que han sido encasilladas de la mano de un cuestionamiento existencialista que gira en torno a sus orígenes, a la cultura y al color de piel, más allá de ser un grito de lamento. Sin embargo, el racismo no se percibe en el documental, no se representa: las experiencias racistas que sufren las mujeres afrodescendientes están desdibujadas para enfocar un punto de vista alentador en un acto de comunión y resistencia.
El filme nace a partir de las vivencias de la directora tamaulipeca, quién desde una perspectiva intimista e introspectiva inicia la cinta compartiendo un recuerdo. Tewolde se expone en una habitación obscura en la que solo la vemos a ella sentada frente a una silla vacía, haciendo referencia a un ejercicio de terapia psicológica Gestalt, Bajo este escenario narra el momento en el que supo que habitar un cuerpo de mujer negra en México no era algo positivo:
Estaba jugando con dos amigas en un parque y a un lado había unos niños que estaban jugando fútbol. Se les fue el balón cerca de donde estábamos jugando nosotras y uno de los niños gritó: “¡Negra, pásame el balón!” Volteé a ver a quien llamaba, a quien le hablaba, hasta que entendí que me hablaba a mí. El resto de los niños comenzó a reírse.
Esta confesión se convierte en el hilo conductor del largometraje, marcando la pauta para dar inicio a un desarrollo que acompaña de cerca a las protagonistas.
La frase “Prieta como la orilla de un comal” y las connotaciones negativas ligadas a la piel, que siguen siendo parte de un discurso vigente en pleno 2020, son retomados en la película planteando un mensaje de reflexión hacia el panorama de violencia y segregación actual. Tomado su experiencia personal como motor del filme, Medhin visibiliza y da voz a las mujeres negras, quienes muchas veces intentan blanquearse y esconder sus raíces para vivir en paz. Mujeres que trascienden y reivindican estereotipos introyectados en la sociedad de una forma absolutamente normalizada.
21.06.20
Colaboradora Gabriela Audelo Fuentes