Estamos en medio de la filmación de una película. Una periodista aprovecha un descanso para abordar al director, quien es interpretado por el mismo Omirbayev, y le dice: Leí el guion de su película ayer, me pareció superficial y vacío, ¿en realidad cree que la juventud de hoy en día tiene una vida despreocupada y que no le importa los temas relevantes? Aquí tenemos la coda de la película, desde el comienzo el autor se ha preocupado por manifestar una postura. Estudiante, últmo trabajo de Omirbayev va muy en serio.
Un estudiante de filosofía ha caído en cuenta de la inmundicia social en la que vive, una realidad trazada por la injusticia, el agandalle, la manchadez, por valores derivados de una lógica que beneficia únicamente al potentado y que al desposeído lo pauperiza más. Nuestro personaje no tiene materialmente nada, pero tampoco en lo sentimental. Es un pobre estudiante con tenis y rompevientos, como casi todos los estudiantes de filosofía; es extremadamente silencioso y reservado, como casi todos los estudiantes de filosofía; se encuentra anonadado por la mezquindad de su tiempo y desea cambiar el mundo pero no tiene idea de qué manera, como casi todos los estudiantes de filosofía; hasta que un día decide cambiar una medalla de honor soviético, herencia de su abuelo, por una pistola. Simbolismo más nítido no podría existir. Estamos ante una sentencia contundentemente roja: transforma los valores del progreso social, reliquias de un pasado confuso, por la praxis y la consecuencia.
El relato está basado en Crimen y castigo, de Dostoievsky, actualizado en época y trasladado a Kasajistán, y es por ello que los delirios de Raskólnikov no será la debate moral entre los seres superiores y aquellos que están hechos para que la maquinaria continúe; sino que el estudiante está frente a un nuevo tipo de radicalismo que parece no ser mejor que el de antes y por ello es menester actuar. Kasajistán fue la última república soviética en independizarse. Honestamente desconozco la situación precapitalista de Kasajistán, pero Omirbayev parece hablarnos desde la nostalgia de los tiempos y de lo amargo que le sabe la actualidad de su país y del mundo entero, en el que se pone constantemente a la venta dos conceptos imperfectos al precio de uno: la felicidad y el éxito, para dotar un poco de sentido nuestra existencia. ¿La felicidad y el éxito están destinados para aquellos que día con día se marchitan el alma uncidos frente a un escritorio? Mientras más ignorantes seamos más estaremos felices en esa realización de marioneta, la lógica del capitalismo es que la felicidad está en madrugar al prójimo, la felicidad se lograra solo darwinaneamente si nos comemos al pez pequeño. En palabras más, palabras menos habla una profesora frente a los estudiantes impartiendo clases de neoevangelización. El modernismo sigue siendo el mismo proyecto que los teóricos han denominado el posmodernismo, así como los extremismos siguen siendo la cara de la misma moneda. Cuestión de estética geopolítica. Aunque es verdad que en Estudiante hay dos niveles de acto de resistencia en el confuso mundo de nuestro antihéroe: la agresión y la camaradería.
Omirbayev cree en la ductilidad del público, cree en la sensibilidad límite del espectador y es por ello que sus planos son riguroso, contiene una energía controlada en el que sus personajes desfilan exactos. Desde luego estamos ante un hijo de Bresson y un hermano de Aki Kaurismaki, pues también en el autor kasajo no está excento el humor, delineado por micropinceladas patéticas, por guiños apenas perceptibles que asumen que nuestras certezas eran visiones borrosas de otro tipo de verdad, inclasificable, pero no aquella que nos cuenta el cansado relato del Capital. Al final, Lenin estaba bien bueno, qué se la va a hacer. Ja. Y sobre todo, es del todo significativo que FICUNAM haya inaugurado su tercera edición lanzando esta sutil y sobria y encantadora bomba. Con esto sabemos que FICUNAM tiene una postura de altura, que es consciente de su responsabilidad política y social, por que sí, el Estudiante y los estudiantes que van a verla, son agentes políticos, de comunión post-deshiele, post-soñadora, rabiosa y terriblemente triste.
21.02.2013Textoservidor. Lic. en Técnicas de la alusión con especialidad en Historia de lo no verÃdico. UNAM generación XY. Editor en Jefe y cofundador de la revista F.I.L.M.E. Fabricante de words, Times New Roman, 12 puntos. Es....ver perfil