por Mr. F.I.L.M.E.

Llega diciembre, quizá el mes más querido y odiado de todos, envolviéndonos con su nostálgica y fría atmósfera que anuncia el ocaso de un año más (o un año menos). Diciembre también tiene notas visuales bien codificadas, en las que el terciopelo rojo, el níveo blanquecino y las titilantes lucecillas que adornan los interiores de las casas clasemedieras  celebran la llegada de fantasmas, encabezado por un mecenas que se ha antojado por siglos como redentor al igual que rector de la vida en occidente, motivo también perfecto, casi en asombrosa sincronía con la lógica del consumismo actual, para dilapidar los aguinaldos en el libre intercambio de fetiches mercantiles.   

En diciembre, en cambio, F.I.L.M.E. por un espíritu de disidencia, de ir en contracorriente de las concepciones monoculturales, le cierra las puertas al espíritu navideño con desdén y se viste de negro en seña luctuosa pero divertida. Un 25 de diciembre de 1977, uno de los próceres de la historia del cine, murió como si fuese su último gesto tragicómico en plena verbena navideña. San Charles Spencer Chaplin se canonizó el mismo día en el que el nazareno hacía de las que nacía. Tomemos pues este hecho como una bella metáfora subversiva que Chaplin mantuvo siempre  de la forma más inteligente desde las entrañas del studio system.  Así pues, en este mes de estigmas, redescubramos a Chaplin en sus multifacéticas miradas, coquetas, lascivas, tiernas y eminentemente revolucionarias.  Observemos pues el mito desde todos los ángulos posibles, desde su enceguecedora luz hasta los visajes más oscuros de su ser creador.  

Este primer mes biográfico/hagiográfico de F.I.L.M.E. dedicará una serie de textos que, sin caer en la resobrerevisada filmografía, propondrán una visión fresca sobre el genio del gag poético frente a los tiempos apocalípticos posmodernos que nos ciñen, intentando responder a la pregunta ¿Cómo decirle a Chaplin que la risa, ahora, es aún más costosa que nunca?

¡Feliz antinavidad chaplineana!

08.12.13